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AMPLIARHugo Adrian Fernandez como columnista de Rompiendo La Siesta

La alegría dominó la plaza en la victoria popular

El licenciado en letras estuvo desde el primer momento acompañando la instalación de la militancia que participó en la Plaza del Aguante. Participó activamente de las reuniones carperas a toda hora en los debates surgidos espontaneamente entre los jovenes.

Detalles.

Mi condicion meláncolica de poeta depuesto y solitario muchachón me arroja al existencialismo de esta proclama que, en la hora del festejo, prefiere dar lugar a la gratitud: sin jerarquia alguna y bajo los medios que correspondieren, hago llegar mi más cálido abrazo a las señoras gordas que oflaron cientos de empanadas, en las gloriosas jornadas de septiembre; a los asoleados compañeros de la comuna de Las Tipas y del Naranjito por la parrilla, las sillas y la mesita; a los hombres pardos, de todos los rincones y latitudes que asaron carnes para el pueblo, dia y noche, sin cesar; a los jóvenes que con su canto oscurecieron al fantasma de la muerte y libaron hasta las últimas gotas el néctar de la vida; a todos los docentes de filosofia y letras, gracias a cuya negación , tergiversación y odio hacia el peronismo, insuflaron en mi este goce absoluto por las contradicciones y, finalmente, gracias a usted, abuela Feliciana, por transmitirme en la dulzura de sus manos y las varices de sus piernas, el sufrimiento, la pasión y el fanatismo por los desheredados de la tierra, que aquí, ahora y siempre caminan bajo la égida de Perón y Evita.

¡Perón o Muerte; Patria o Muerte; Libres o Muertos, jamás esclavos! 

Por Hugo Adrián Fernandez