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AMPLIARPortal del barrio chino de La Habana, creado a inicios del siglo XX

China, se constituye en una "esperanza" para la economía cubana

China, que mantiene una creciente relación comercial con Cuba y dispone de potenciales turistas dispuestos a vacacionar en el Caribe, es una esperanza crucial para la isla en tiempos de turbulencia económica.

Detalles.

El país asiático desplazó en 2016 a Venezuela como el mayor socio comercial de La Habana, según estadísticas oficiales. China escaló rápidamente en esa lista comercial no solo por los acuerdos bilaterales que tiene con esta nación del Caribe, sino también por el desplome vertiginoso -en un 70 por ciento en 2016 frente a 2015- del intercambio entre Cuba y Venezuela, debido a la crisis que atraviesa este país.

De acuerdo con las cifras isleñas, el comercio de Cuba con China fue de 2.585 millones de dólares: mayor en unos 360 millones de dólares del que se calcula actualmente con el mercado venezolano. Este repunte en las relaciones económicas con el aliado asiático surge en un momento de turbulencias para la isla, tanto internas como externas. Las domésticas están determinadas por el lento ritmo de los cambios que se desarrollaron en lo últimos ocho años y las externas, por la falta de petróleo debido a la caída comercial con su aliado mas firme, Venezuela.

Para China, Cuba es parte de su objetivo de hacerse de socios comerciales latinoamericanos y caribeños, en su competencia creciente con Estados Unidos. El volumen del comercio chino con esas regiones alcanzaba en el año 2000 los 10.000 millones de dólares y en 2016 se multiplicó por 16, según las autoridades chinas.

América Latina y el Caribe es el segundo destino más importante de las inversiones chinas en el exterior. Siempre de acuerdo con estadísticas de Pekín, el año pasado el stock de inversiones mutuas superó los 150.000 millones de dólares, 1.000 veces más que hace cinco años y las áreas de negocios se ampliaron a plantas automotrices, maquinarias, fábricas de celulares, acondicionadores de aire, autobuses eléctricos, producción de baterías y paneles solares.

En materia turística, fundamental para la isla, los promotores nacionales de esa rama quieren aumentar el ingreso de visitantes chinos, que llegan atraídos por sus playas. Los arribos desde China crecieron en los primeros meses de 2017, respecto del mismo periodo del año pasado. Pero la gigantesca nación de Asia ocupa el puesto número 15 entre los países emisores de turismo para Cuba, aún muy por debajo de las perspectivas que existen.

En la actualidad son apenas 12.000 los turistas chinos que arriban a la isla cada año.

Las autoridades cubanas apuntan a duplicar en breve esa cifra. Para ese fin cuentan con facilidades de visados en tres consulados en China -en Pekín, Shanghai, y Guangzhou- y más de 100 agencias de viajes del país asiático autorizadas para realizar el trámite.

Además, la aerolínea oficial china realiza vuelos directos a Cuba.