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AMPLIARCardenal emérito de Sao Paulo, Paulo Evaristo Arns.

Falleció el cardenal Arns, símbolo de los DDHH

Símbolo de los derechos humanos y de la Iglesia que se opuso a las dictaduras militares del Cono Sur, el cardenal Paulo Evaristo Arns falleció ayer a los 95 años en San Pablo, cuya arquidiócesis gobernó durante casi 3 décadas.

Detalles.

Paulo Evaristo Arns fue ordenado obispo en 1945 y fue nombrado arzobispo de San Pablo en 1970, bajo el gobierno del general Emilio Garrastazú Médici, en el "período más duro" de la dictadura, dijo hoy el sacerdote Jesús Hortal Sánchez.

Arns "tuvo el coraje de denunciar las prisiones de los padres dominicos luego de la muerte de (jefe guerrillero) Carlos Maringuela" recordó Hortal Sánchez.

En 1975 celebró una misa ecuménica en homenaje al periodista Vladimir Herzog, que fue asesinado por la policía política en San Pablo, pese a que las autoridades aseguraban que fue un suicidio en su celda.

"Esa actitud ante la muerte de Herzog fue marcante" pues Arns en su homilía habló "claramente" sobre el asesinato que los militares negaban, señaló Hortal Sánchez, ex rector de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro.

Arns dejó de existir este miércoles poco antes del mediodía, hora local, en el hospital Santa Catarina, donde había sido internado el 28 de noviembre debido al agravamiento de una dolencia respiratoria.

Sus restos eran velados a partir de ayer, y durante dos días, en la Catedral da Se, en el centro de San Pablo, donde el cardenal estuvo por última vez en julio pasado cuando fue homenajeado.

El presidente Michel Temer recordó al cardenal como un "defensor de la libertad y quien siempre tuvo como norte la construcción de una sociedad justa e igualitaria".

Brasil pierde a un defensor de la democracia (...) una persona que deja lecciones para ser recordadas eternamente", afirmó el mandatario del Partido Movimiento Democrático Brasileño.

Desde la oposición la expresidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores, también evocó la memoria del religioso de la orden de los franciscanos y nacido en el sureño estado de Santa Catarina.

"Don Paulo será siempre recordado como un símbolo de la lucha por la democracia y por su actuación contra la dictadura", que gobernó entre 1964 y 1985, dijo Rousseff, quien fuera presa política en los años 70.

El canciller José Serra, que vivió en el exilio, recordó a "mi amigo" Paulo Evaristo Arns.

"Don Paulo es un ejemplo para aquellos que creen en la Justicia social y en la mejora de las condiciones de vida de la población, alguien que dedicó su sacerdocio en defensa de los derechos humanos en especial de los más pobres", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores.

A través de la entidad Justicia y Paz Arns no sólo prodigó apoyo a los familiares de presos políticos brasileños sino que también recibió a ciudadanos uruguayos, argentinos y chilenos que eran perseguidos por los gobiernos militares.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, líder del PT, también recordó al arzobispo emérito de San Pablo.

"Nuestra América perdió a la voz valiente que enfrentó dictaduras truculentas y el brazo amigo que abrigó a centenas de refugiados que eran perseguidos en los países vecinos", aseveró Lula da Silva.

"El mundo perdió a un gigante en la defensa de los derechos humanos" completó Lula.