Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARUna mujer intenta vender ropa en la puerta de su vivienda. El sub-empleo crece en Rio de Janeiro

La recesión no cede en Brasil, 23 millones de desocupados

La crisis brasileña se agudiza y ya son 23 millones los ciudadanos que están sin trabajo o con empleo precario, mientras el gobierno del presidente Michel Temer reconoce que la recesión supera sus previsiones.

Detalles.

Debido a la recesión y otros factores como la reducción de los empleos públicos, hay 22,9 millones de brasileños que están "subutilizados" en el mercado laboral, según la pesquisa domiciliaria presentada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

Esto significa que poco menos de 23 millones de brasileños no tienen trabajo o lo tienen trabajo pero por unas pocas horas a la semana, o directamente ni salen a la busca de un empleo porque comprobaron que es casi imposible hallarlo.

En otras palabras: prácticamente uno de cada cuatro brasileños en edad económicamente activa enfrentan problemas laborales.

Es esto lo que indican los datos del tercer trimestre de 2016 divulgados por el IBGE.

La "subutilización" de la fuerza de trabajo trepó al 21,2% en el tercer trimestre de 2016 contra el 18% registrado en igual período de 2015.

Mientras que en el segundo trimestre de este año la "subutilización" había sido del 20,9%, lo cual confirma que la curva de deterioro es sostenida.

La incorporación de la variable "subutilización" de la mano de obra fue realizada este año por el IBGE, cuyo investigadores consideran que con ella es posible trazar un cuadro más realista del paisaje social y económico nacional.

Esta nueva forma de medición no excluye a la desocupación clásica, que afecta a 12 millones de brasileños, de acuerdo con este informe, donde se precisa que hay 4,8 millones que trabajan menos de lo que necesitan y 6,1 que dejaron de procurar empleo.

Los índices de desocupación pura crecieron en todas las regiones del país frente a las informaciones de 2015.

En la región más rica, la del sudeste, formada por San Pablo, Río de Janeiro, Minas Gerais y Espíritu Santo, se observa un desempleo del 12,3% contra el 9% en 2015. En el estado de San Pablo, que es el motor industrial del país, la desocupación subió al 12,8 % lo que representa 3,11 millones de ciudadanos desocupados, contra 2,3 millones en 2015.

El gobierno informó ayer que su previsión de recesión en 2016 empeoró del 3%, anunciado meses atrás, para el 3,5 %.

Esta noticia indica que 2016 tiende a ser un año casi tan negativo como 2015 cuando la recesión fue del 3,8 %.

Otro dato conocido hoy sumó problemas. Es que luego de Río de Janeiro, el estado de Río Grande do Sul declaró la "calamidad financiera" y pidió socorro a Temer.

A la regresión económica general, con su impacto directo en el trabajo, se añade la cancelación prácticamente total de los concursos para incorporar empleados a los estados federal y los provinciales. Más aún, están en marcha varios Programas de Desvinculación Voluntaria y anticipación de las jubilaciones en empresas estatales, siguiendo el modelo aplicado por las montadores de automóviles donde este año se firmaron unos 3.500 acuerdos.

Por lo pronto, la petrolera estatal Petrobras, la mayor compañía brasileña, y el Banco do Brasil, que cerrará sucursales, ya pusieron en marcha acuerdos para la salida anticipada de su personal.

Los encargados de formular las políticas del gobierno proyectan que unos 56 mil empleados públicos se acogerán a estos programas de incentivo a la desvinculación.