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AMPLIARManifestantes contra el ajuste frente a la legislatura

Violentos choques en Río de Janeiro

La policía militar de Río de Janeiro lanzó aerosol pimienta ayer a manifestantes que derribaron una valla afuera de una reunión de legisladores, mientras éstos sopesaban medidas de austeridad para hacer frente a una creciente crisis financiera que ha impedido pagarle a miles de trabajadores estatales.

Detalles.

El gobierno federal envió a cientos de agentes de la policía militar después que una protesta similar la semana pasada se tornó violenta. Con escudos y armas de aerosol pimienta, policías antimotines se colocaron frente a la asamblea legislativa del estado de Río de Janeiro. A lo largo de varias horas, los inconformes derribaron vallas en varios sitios en un intento por ingresar.

"Es lamentable que nuestra propia policía esté protegiendo una cámara de ladrones", dijo Alexandre Neto, comisionado policial retirado que estaba manifestándose. "Eso es lo que está ocurriendo en realidad".

Las protestas violentas "no traen ningún beneficio", dijo el gobernador Luiz Fernando Pezao a los reporteros anteriormente en el día, al tiempo que exhortó a los manifestantes a llevar sus ideas al interior del Parlamento para solucionar la crisis, que no es sólo en Río de Janeiro, sino en todo Brasil".

El estado está sumido en una crisis fiscal apenas meses después de que su ciudad más famosa, Río de Janeiro, fue anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2016. A miles de empleados públicos y jubilados no se les ha pagado, o se les ha pagado con meses de atraso.

El gobierno federal ha dicho que no rescatará al estado, por miedo a que se produzca un efecto en cascada en otras entidades.

El país padece su recesión más grave en varias décadas. Tanto la inflación como el desempleo se encuentran por encima del 10%, y a diario hay anuncios de despidos.

Los legisladores de Río están analizando reducir los servicios sociales y los salarios de los funcionarios públicos de mayor jerarquía, entre otras medidas.

Mientras tanto, un grupo de manifestantes se metió el miércoles a la cámara de diputados en Brasilia. Las imágenes en el noticiero Globo mostraban a unas 50 personas que interrumpían una sesión. Se reunieron en medio del pleno mientras coreaban que deseaban el regreso de un gobierno militar.

Se suspendió la transmisión de la sesión y la policía llegó poco después.