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AMPLIAREl sobrepeso también es un problema para el ambiente

La obesidad también daña la ecología

La obesidad no sólo daña a la salud sino también al ambiente en Italia pues propicia el "desperdicio alimentario", según lo demostró un grupo de científicos con un estudio realizado para su país, jaqueado por altos índices de sobrepeso, que lo padece casi la mitad de la población.

Detalles.

La investigación fue publicada por la revista Frontiers in Nutritional Immunology y coordinada por Mauro Serafini del Consejo para investigación en Agricultura y Análisis de la Economía Agraria.

Los datos demostraron que en Italia más dos mil millones de kilogramos de alimentos se dedican al consumo, en exceso, de los habitantes con sobrepeso, estimados en unas 20.910.564 personas, esto es un 34,2% del total de población, y los 5.991.916, con distintos grados de obesidad, un 9,8%.

La elaboración de comida de más implica un costo ecológico elevado pues insume altos consumos de agua, terrenos y produce emisiones nocivas. Los expertos desarrollaron un índice, el "desperdicio alimentario metabólico", y lo emplearon para calcular los kilogramos de alimentos en exceso consumidos y correspondientes a la grasa extra de una persona con problemas de sobrepeso y obesidad, y el impacto sobre el ambiente natural.

Evaluaron la dieta de 60 individuos con sobrepeso y obesos, en particular su ingesta de alimentos que llevan a estos cuadros, tales como azúcares, harinas refinadas, grasas de origen animal, alcohol y bebidas azucaradas, entre otros rubros, calculando los kilogramos de más y su aporte calórico.

"Así logramos expresar la cantidad de alimentos responsable de estos problemas de salud, 63,1 kilogramos de comida de más por cada individuo con sobrepeso y 127,7 por cada obeso", explicó Serafini a ANSA.

Esta proyección ayudó a determinar el "exceso" alimentario global para la "Italia extra large" estimado en 2.081 millones de kilogramos.

A este "desperdicio alimentario" le corresponde un consumo de agua, impronta hídrica, equivalente al 13% del volumen del Lago de Garda, una emisión de dióxido de carbono correspondiente al 11,8% de las emisiones por producción agrícola totales del país y un consumo de terreno, impronta ecológica, elevadísimo.

El problema se agrava teniendo en cuenta que, por ejemplo, las grandes cadenas de supermercados producen a su vez stock en exceso para potenciar una eventual demanda voraz, que muchas veces termina arrojado a la basura cuando todavía está en condiciones de ser consumido, por cuestiones meramente comerciales. Un verdadero pecado en una Humanidad que padece hambre en muchos puntos del planeta.

Recientemente el Politécnico de Milán, en colaboración con la Fundación Banco Alimentario, estimaron en números la impresionante cantidad de comida elaborada que termina en la basura antes de ser consumida: al menos 5 millones y medio de toneladas de alimentos cada año, por un valor monetario, pero sobre todo humano, varias veces multimillonario.