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Perú negocia con grupo de España e Italia cambios en construcción de tren para Lima

El Gobierno peruano negocia cambios al contrato de concesión de la segunda línea del tren eléctrico para Lima con el grupo de firmas de España, Italia y Perú encargado de su construcción, en busca de abaratar costos, dijo ayer el ministro de Economía, Alfredo Thorne.

Detalles.

Uno de los cambios es que una parte de la línea del ferrocarril, que considera una inversión privada y estatal de unos 5.600 millones de dólares, se construya sobre la superficie, afirmó Thorne en una presentación en el Congreso.

El proyecto, otorgado en concesión en marzo del 2014, contempla la construcción de un tren subterráneo de 35 kilómetros que cruzaría la ciudad de Lima de este a oeste.

"El gobierno anterior nos ha dejado un contrato firmado y tenemos que buscar una negociación en la cual nosotros podamos lograr beneficios para el Estado, pero no se quiere llegar a un arbitraje internacional", dijo el ministro de Economía.

"Uno de los planteamientos que tenemos es sacar el tren en alguna parte, sobre todo llegando a (la región costera del) Callao", afirmó.

El proyecto del tren fue otorgado al consorcio conformado por las constructoras italianas Salini Impregilo, Ansaldo STS y Ansaldo Breda, las españolas Iridium y Fomento de Construcciones y Contratas FCC y la peruana Cosapi.

La construcción de la segunda línea de tren para Lima ha sufrido retrasos debido a problemas de saneamiento de terrenos que deben ser expropiados para instalar el metro y por las demoras de algunos permisos gubernamentales, según la compañía.

Actualmente, Lima tiene un tren eléctrico operado por Odebrecht que cruza parte de la ciudad de norte a sur.

Lima, como muchas grandes urbes de América Latina, intenta solucionar el agudo problema del transporte en una ciudad que concentra un tercio de los 31 millones de peruanos.

Los trabajos deberían culminar en el 2019.