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AMPLIARAnimación digital reconstruyó ensañamiento militar

Emotiva recreación de últimos días de Víctor Jara

Una conmovedora recreación de los últimos días del cantautor chileno Víctor Jara realizó la señal internacional de la estatal Televisión Nacional de Chile con muñecos digitales que mostraron el ensañamiento de los militares contra el artista, detenido el mismo día del Golpe de Estado de 1973.

Detalles.

Jara fue detenido en la entonces Universidad Técnica del Estado (UTE) y llevado al campo de concentración del estadio Chile, donde fue asesinado tras haber sido brutalmente torturado, hace 43 años, y su cuerpo abandonado en un sitio eriazo.

La reconstrucción de Christian Rojas. basada en la investigación judicial, funde dibujos con animaciones reales y testimonios en los mismos lugares de los hechos de quienes vieron a Jara, logrando una fidelidad estremecedora de lo ocurrido entre el 11 y 16 de septiembre de 1973. Un relato en off narra que en la mañana del 11 de septiembre Víctor Jara llamó a la Universidad y no duda en ir a su lugar de trabajo. Fue la última vez que su esposa, la bailarina inglesa Joan Jara, lo vio con vida.

En el campus universitario había preparado un acto desde donde hablaría al país el presidente Salvador Allende y una exposición, "La verdad siempre", que rechazaba la campaña del terror y las acciones de la oposición para desestabilizar al gobierno socialista de la Unidad Popular.

El presidente de la UTE de la época, Osiel Núñez, detalló que el creador popular, actor, bailarín, director teatral llegó con su guitarra y que junto a estudiantes y maestros vieron el paso de los aviones Hacker Hunter que bombardearon La Moneda, y supieron de la muerte del mandatario. Durante toda la mañana se habían escuchado tiroteos en los alrededores de la Universidad, ubicada en el popular sector de Quinta Normal. Cuando faltaban minutos para las seis de la tarde, hora en que se iniciaba el toque de queda impuesto por las Fuerzas Armadas, irrumpió una patrulla militar que les anuncia que regresará al día siguiente.

Augusto Samaniego relató que esa noche Víctor, él y dos matrimonios durmieron en una sala tapados con diarios. A las tres de la tarde del día siguiente, unos 600 estudiantes y trabajadores de la UTE fueron llevados en buses al cercano estadio Chile. Boris Navia recordó que ingresaron en una hilera, a golpe de culatazos, y que un oficial a cargo del centro de detenidos reconoció a Jara y lo hizo apartar gritando "a ese hijo de puta me lo traen para acá". De un culatazo en la espalda lo sacan, pero el oficial considera que fue muy suave y le propinan otro culatazo que lo deja a los pies del uniformado siendo golpeado brutalmente. Es arrastrado hasta un pasillo donde es exhibido como trofeo a las otras ramas de las Fuerzas Armadas. Hugo González, quien fue detenido por infringir el toque de queda, vio a Víctor sentado en el suelo, solo y aislado. Ya intuía su destino y le pide que le entregue las llaves de la renoleta (vehículo) a su esposa Joan, "y me da su teléfono, a través mío se despidió de su familia". Estudiantes rescatan a Víctor del pasillo y lo llevan a las graderías donde le cortan los rizos para intentar alterar su rostro tan característico. Consiguen darle agua y un huevo crudo. Pero su destino estaba marcado. Colocaron a los detenidos en fila y nuevamente Víctor es sacado y llevado hasta un camarín en el subterráneo donde lo interrogan, lo golpean, masacran sus dedos de las manos.

De acuerdo a la investigación judicial es aquí donde un oficial de Ejército le propina un disparo en la cabeza y luego lo acribillan: En total, su cuerpo recibe 44 disparos.

Antes, el cantautor había escrito su último poema rescatado por sus compañeros: "¡Canto que mal me sales Cuando tengo que cantar espanto! Espanto como el que vivo como el que muero, espanto. De verme entre tanto y tantos momentos del infinito en que el silencio y el grito son las metas de este canto. Lo que veo nunca vi, lo que he sentido y que siento, hará brotar el momento…".

A 43 años, aún no hay culpables de haber acallado al creador de la Nueva Canción Chilena, del autor de Te Recuerdo Amanda.

Sólo 10 acusados.