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AMPLIARLa recordación de la mujer martir boliviana

Bolivia recordó a Bartolina Sisa como "semilla de liberación"

La Confederación Sindical de Mujeres Campesinas de Bolivia 'Bartolina Sisa' recordó ayer los 234 años de la muerte de la líder indígena del mismo nombre, con una marcha, una ofrenda floral y una k'hoa en inmediaciones de la plaza Murillo, y la calificaron de "semilla de liberación".

Detalles.

"Este es un recordatorio de nuestra heroína Bartolina Sisa, ella nos ha dejado un camino muy claro para que las mujeres del país nos liberemos, ella es semilla de liberación, y vamos a seguir ese ejemplo de nuestra hermana Bartolina Sisa", dijo la secretaria ejecutiva de esa organización campesina de mujeres de Bolivia, Juanita Ancieta.

A su juicio, desde la asunción del presidente Evo Morales al Gobierno, en 2006, se respeta la participación de las mujeres en el ámbito político, económico y social porque "ya existe en el país equidad de género".
Ancieta recordó a Bartolina Sisa como una mujer que ofrendó su vida con valor, fortaleza y compromiso, y dijo que las mujeres del país deben seguir ese mismo camino, además proseguir con la lucha para avanzar en ese proceso de cambio que se vive actualmente en el país.

A este acto recordatorio se dieron cita un centenar de mujeres afiliadas a este sector.

Las sentencias de estas ejecuciones las promulgó el nefasto Oidor de la Audiencia de Chile, Francisco Tadeo Diez de Medina.

Por su parte, la secretaria ejecutiva departamental de La Paz de esa organización de mujeres, Graciela Villca, sostuvo que la lucha de Bartolina Sisa no fue en vano, ya que con su valor y fortaleza comandó a unos 40.000 hombres para liberar al pueblo del pongueaje.

Un 5 de septiembre de 1782 Bartolina Sisa y Gregoria Apaza fueron ahorcadas en la plaza Mayor de la ciudad de La Paz, en medio de una gran consternación entre los indígenas.

Bartolina Sisa, esposa del caudillo Tupak Katari había nacido en Q'araqhatu y durante la sublevación indígena desempeñó importantes funciones, como el de la provisión de material logístico y bélico para las tropas indígenas, combatir junto con los nativos en los enfrentamientos con milicias españolas y dirigir el cerco de La Paz en las ausencias del caudillo.