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AMPLIARLa mayoría repudia a la privatizacion de las jubilaciones

Marchas masivas de chilenos contra el sistema privado de jubilaciones

Más de 750 mil personas participaron ayer en las 44 marchas realizadas a lo largo de todo el país para pedir el término de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), sistema obligatorio impuesto en 1981 por la dictadura cívico militar que gobernó hasta marzo de 1990.

Detalles.

Desde el 31 de diciembre de 1982 a la fecha, en Chile existe un único sistema previsional para todos los trabajadores nuevos.

Se trata de un régimen de capitalización individual donde cada trabajador cotiza entre el 10 y 12% de su remuneración para su futura jubilación que se acumula en un fondo de una de las seis actuales administradoras pertenecientes a los principales grupos económicos del país y un holding multinacional. Creadas por el entonces ministro del Trabajo de la dictadura, el economista José Piñera -hermano del ex presidente Sebastián Piñera- el nuevo sistema dejó fuera a las Fuerzas Armadas y Carabineros que mantuvieron sus cotizaciones en un sistema de reparto.

Así, los chilenos ven que el régimen de capitalización individual, que les prometió jubilarse con el mismo monto de su vida laboral, hoy día entrega pensiones que no alcanzan el monto de un salario mínimo mensual (485 dólares). Sin embargo, el sistema acumula ganancias que superan el 20% y se han constituido en uno de los principales grupos de poder. Sólo en 2008, bajo el primer gobierno de Michelle Bachelet, se pudo introducir modificaciones a las AFP, como la creación de un Fondo Solidario y el bono por hijo para todas las mujeres, hubiesen cotizado o no. No se pudo avanzar más y hubo menos espacio para una propuesta de tener un sistema mixto, tampoco para una AFP estatal, que para algunos significa más de lo mismo, pero para el gobierno socialista significa introducir un poco de competencia al sistema. Las Administradoras se opusieron rabiosamente a una AFP estatal. Es tal el poder de este grupo, que desde hace 10 meses "duerme" el informe que realizara la comisión designada por Bachelet con propuestas para mejorar las situaciones de las pensiones en Chile. El economista David Bravo, quien presidiera esta instancia, señaló que "se le acaba el tiempo" al gobierno para intentar hacer cambios.

Las sugerencias van desde volver al sistema de reparto (minoritaria), un sistema mixto o establecer regulaciones más estrictas a las AFP. Bravo explicó que más allá del sistema por el que se opte, "lo que está claro es que debemos trabajar más y hay que aumentar la edad de jubilación como también el porcentaje de cotización".

El tiempo se acaba y no sólo para este gobierno. La población chilena envejece aceleradamente junto a una cada vez más baja tasa de natalidad, a lo que se suma que los chilenos viven cada día más, superando ampliamente los 75 y 80 años.

La Superintendencia de Pensiones dio a conocer hace unas semanas que las jubilaciones disminuirán en un 2,7% a raíz del aumento en la esperanza de vida, lo que incrementó la indignación de la gente.

Ayer en la marcha en Santiago, no sólo había jubilados, sino mucha masa laboral que teme por el futuro.

"Trabajé toda una vida, más de 40 años, y mi pensión es de 380 dólares con los que cubro apenas los medicamentos", resumía una mujer representando el sentir de gran parte de la tercera edad.