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AMPLIARComunidades indígenes Rìo en pie de guerra por predio

Indígenas en pie de guerra ocuparán antiguo museo contiguo al Maracaná

A las amenazas de huelgas de policías y conductores del metro durante las Olimpíadas en Río de Janeiro, se ha sumado desde hace unos días una rebelión de varias comunidades indígenas que prometen protestar y "resistir" en la zona del Estadio Maracaná.

Detalles.

Miembros de algunos pueblos originarios que residen en esta ciudad desde hace siglos anunciaron haber "perdido la paciencia" y se aprestan a "enfrentar con todos los elementos que tengamos a mano" a las fuerzas de seguridad para ocupar el antiguo edificio donde se encontraba el Museo del Indio contiguo al Maracaná.

Ese museo de estilo ecléctico construido a principios del siglo pasado es considerado como una "tierra indígena" en pleno casco urbano carioca, en la zona norte de la ciudad.

"Estamos preparados, organizados y animados para ir a la guerra si es necesario" con tal recuperar el Museo, anunció Urutu Guajajara, uno de los líderes del grupo.

"Nosotros nunca confiamos en la palabra de un gobierno que está al servicio de los blancos y de los ricos", lanzó Guajajara quien mantiene en secreto el día de la eventual invasión de los terrenos que "son nuestro patrimonio". "Aprendimos que el capitalismo no quiere al indígena frente al estadio Maracaná, el capitalista sólo quiere destruir el medio ambiente y la tradición de nuestra cultura", protestó Guajajara.

El combativo Guajajara agregó que "estamos cansados de ser agredidos por la ùPolicía Militarizada" y avisó que la próxima vez "sabremos como reaccionar".

Hace tres años Guajajara se confirmó como un líder de la tribu al permanecer dos días subido a la copa de un árbol, en protesta por el desalojo del antiguo predio del Museo.

Un factor nuevo que hizo encolerizar a los indígenas fue la represión policial de esta semana frente a la nueva sede del Museo del Indio, que se encuentra en el barrio de Botafogo.

Las reivindicaciones indígenas son respaldadas por entidades civiles, partidos de izquierda y la ong Justicia Global, que presentó una denuncia ante las Naciones Unidas.

Grupos estudiantiles y activistas de partidos de izquierda anticiparon que darán respaldo y "cobertura" a los indios en su intención de ocupar nuevamente el museo. "Queremos que el mundo vea como son tratados los pueblos originarios por las autoridades blancas" explicó el activista Lucas Vilar. "El genocidio de los indígenas es algo que ocurre todos los días y no me refiero sólo a las muertes violentas que sufrimos, estoy hablando de la muerte a la que está condenada nuestra cultura", añadió Vilar.

Por otra parte, el cacique Carlos Tukano y sus seguidores no descartan realizar actos de protesta durante las Olimpíadas junto al Maracaná, en el norte carioca. Tukano es un líder más moderado, pero asegura que ya "no hay más confianza" con el gobierno de Rio de Janeiro porque "no son gente que tengan una palabra cabal".

En 2014 el cacique creyó en las promesas oficiales y encabezó al grupo de indígenas que dejaron el antiguo Museo en la Aldea Maracaná, a pesar de las críticas de varios miembros de su comunidad que los acusaron de "traición".

Entre 2006 y 2013 el antiguo Museo estuvo ocupado por varias familias indígenas, que allí fundaron la Aldea Maracaná donde se respetaban las costumbres de los pueblos originarios. La Justicia ordenó evacuar el lugar a pesar de la negativa de los indígenas que recibieron el apoyo de grupos de estudiantes.

Hubo violentos choques entre los ocupantes y las fuerzas del orden. Días más tarde el viejo palacio fue desalojado para su posterior demolición, dado que allí iba a ser construido un predio dentro del complejo de obras en torno al nuevo estadio Maracaná, sede de las copas del mundo en 1950 y 2014.

Sin embargo, el viejo edificio nunca fue derrumbado, precisamente a raíz de esas presiones.