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AMPLIARLos supermercados chilenos y los límites

Chile pone en práctica severa norma que advierte a consumidores de lo que comen

Un octágono negro con letras blancas advierte a los chilenos sobre lo que están consumiendo, de acuerdo a la nueva ley de etiquetado de alimentos envasados que deben contener el rótulo de si es alto en azúcar, grasa, sodio y/o calorías.

Detalles.

La recomendación del gobierno de la médica pediatra Michelle Bachelet es consumir aquellos alimentos que tengan menor cantidad de octágonos o mejor, ninguno de ellos.

"La nueva ley pretende que la gente tome conciencia de lo que come. Hay mucha obesidad en los niños menores de 6 años y, en general, la población está cada día más enferma. La obesidad y el sobrepeso están llevando a que la gente contraiga más enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, hipertensión, displidemia (altos niveles de colesterol o grasa en la sangre)", explicó a ANSA la nutricionista Paloma Puerto. Por eso, la ley es mucho más estricta con los productos destinados a los niños y se prohibió la venta de alimentos "altos en" en quioscos de los colegios. "Es un muy buen plan", acotó la profesional añadiendo que "sería bueno enseñar a los niños a leer los etiquetados nutricionales, porque "hay mucha gente que no sabe y carece de información".

Algunos actores de la industria alimenticia se apuraron en bajar los niveles de azúcar añadida y de sodio para no tener que incorporar el rotulado. La población de los sectores altos de la capital empezó a detenerse en lo que estaba comprando y se dio tiempo para revisar cada uno de los productos que requería. La encargada de un hipermercado de la comuna La Florida, sector medio y emergente, comentó a ANSA que "hasta ahora no se ha visto un cambio masivo" aunque si hay una modificación en la mentalidad hacia un consumo más sano. Detalló que "hace dos años que las mayonesas ya no es tan fuerte la venta, se está prefiriendo salsa de yogurt, con eneldo, menos grasas saturadas".

El senador y médico Guido Girardi, autor de la Ley que impulsaba desde 2007, felicitó a las industrias y a los supermercados "porque en la mayoría de los casos ha cumplido con el espíritu de la ley".

El congresista del oficialista Partido Por la Democracia explicó que "el sentido de la ley es educar y que a futuro las personas ejerzan el derecho a saber. Aquí había una relación asimétrica, los padres les daban a sus hijos cereales creyendo que eran sanos y no sabían que tenían hasta un 40% de sal. Hoy día lo saben y los niños también que son quienes determinan el consumo de estos alimentos".

Destacó una barra de cereal que disminuyó sus niveles de grasa, sal y azúcar -"tenía 40 y pasó a 16% por cada 100 gr de producto"- lo que le permite venderse sin lucir los discos negros, "esto es lo que debiera pasar, pero jamás habría ocurrido esto si los consumidores no tuvieran derecho a saber".

Llamó a las empresas a "seguir bajando sus niveles de sal, grasa y azúcar porque tienen tres años para ajustarse. Empezaron con 22,5 gr de azúcar por cada 100 gr de producto, el próximo año debe ser 15 y el tercer año 10 gr".

Sin embargo, la encargada del hipermercado observó que el tema no pasa por un logo de advertencia, sino más bien por el precio. "Una persona de escasos recursos no le va a importar que le ofrezca una galleta de coco baja en grasa si cuesta 2,6 dólares". "Los productos más sanos, naturales, son mucho más caros", y ejemplificó con leches naturales de almendra, avellana, coco, "el litro sale más de 3 dólares versus de vaca a menos de un dólar". En el mismo sentido se pronunció el especialista en comportamiento del consumidor de la Universidad de Santiago, Enrique Marinao, quien sostuvo que el aumento de precios en las colaciones de los quioscos saludables implicará que estos sectores sigan consumiendo "lo que les alcanza".

"La ley está segmentando maliciosamente a los consumidores", y estimó que la normativa no tendrá ningún impacto a largo plazo.

"La publicidad va a lograr su peak en el corto plazo. A mediano y largo plazo, eso no será efectivo y por más que tengamos 10 signos pare en los productos, las personas van a seguir consumiendo lo que por costumbre y hábito ya consumen", estimó.

La Ley de Etiquetado es sólo "un elemento paliativo a la salida de un proceso. A la entrada, está que se fiscalice que los productos de toda la cadena productiva no sean 'altos en'".

A su juicio, "el trasfondo de lo que estamos hablando hoy es que hay un grupo de empresarios que están utilizando insumos que son altamente dañinos para la sociedad y nadie ataca este punto".

"Producir con productos que se ha comprobado los daños que tienen en la obesidad es actuar maliciosamente, con un filtro poco ético, sin fiscalizar los procesos productivos con que estamos lanzando productos al mercado", completó.