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AMPLIARUna nueva protesta por la gratuidad de la enseñanza de los estudiantes en Chile

Nueva marcha estudiantil con represión policial al final en Chile

Los estudiantes chilenos fueron reprimidos ayer con cierta vehemencia en una nueva marcha no autorizada, que pretendió mostrar el descontento por el proyecto de reforma a la educación universitaria, que ingresó ayer al Congreso, y que no garantiza la gratuidad universal.

Detalles.

El "caballito de batalla" que llevó por segunda vez a La Moneda a la presidenta Michelle Bachelet dejó a muchos descontentos: los influyentes rectores de universidades públicas y privadas, universitarios, secundarios, políticos de oposición y de gobierno.

A poco del inicio desde los cuatro puntos de la capital donde convocó la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Carabineros lanzó abundante gas lacrimógeno, pese a lo cual los jóvenes volvieron a rearticularse. Con blindados lanza-aguas, fuerzas especiales de Carabineros impidió que los manifestantes se acercaran a dejar una carta en el ministerio de Educación.

Se ignora el número de detenidos, entre ellos un camarógrafo del estatal canal 7 de televisión. La Confech justificó su movilización porque el proyecto de ley no profundiza cómo se fortalecerá la educación pública ni la regulación hacia los privados de manera que se termine con la educación como un bien de mercado.

"A la Nueva Mayoría le tiembla la voz y la mano ante el empresariado", denunciaron.

El nuevo vocero de la Confech, Gabriel Iturra, criticó el secretismo con que fue elaborado el proyecto. "La reforma tiene que ser construida con el respaldo del movimiento social y no a sus espaldas", dijo. Añadió que la iniciativa legal "lamentablemente viene a mantener el lucro y la deuda de miles de familias. No es posible que la ministra (de Educación, Adriana Delpiano) hable del Crédito con Aval del Estado como el mecanismo óptimo para que los alumnos paguen". Iturra fustigó que el proyecto hubiese ingresado al Congreso, donde será discutido "por aquellos que hoy están cuestionados por sus vínculos con empresas, incluidas universidades". El vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), Diego Arraño, declaró que la reforma universitaria "es la gota que rebasó el vaso" y pidió la renuncia de la ministra Delpiano.

"Es una ministra que no entendió cuáles son las demandas del movimiento estudiantil, no entendió por qué nos estamos manifestando, y lo único que ha hecho es consensuar con los empresarios, con cada uno de los que puede pagar por tener la educación que tenemos", aseveró. El fin de semana, los rectores expresaron su disconformidad con el proyecto y acusaron también que "fueron escuchados" pero no tomados en cuenta. Para unos, no se cumplió con el fortalecimiento de las universidades estatales y las privadas dijeron sentirse discriminadas. La oposición de derecha la acusó de falsa promesa porque no había recursos para ofrecer educación universitaria gratuita para todos. "La gratuidad es simplemente una venta de humo. Esto es un engaño a la ciudadanía", resumió el presidente de Renovación Nacional y vocero de la oposición, Cristián Monckeberg. "Se trata de un proyecto absolutamente irresponsable y mentiroso. La gente tiene que saber que aquí simplemente no va a haber gratuidad asegurada, sino que simplemente se le entrega el problema a gobiernos futuros", añadió.

Remató que "lo que vimos y lo que estamos viendo es que el gobierno tiene una papa caliente, que la envía al Congreso en un ambiente de desorden y de absoluta división dentro de la propia Nueva Mayoría".

La privatización de las universidades fue uno de los siete ejes de la "modernización" en la educación impuesta por la dictadura cívico militar (1973-1990), en el inicio de los años 80, que significó el desmantelamiento de la Universidad de Chile y la creación de instituciones privadas que crecieron y se fortalecieron con recursos del Estado, sin fiscalización alguna.

Los aranceles de matrícula se volvieron inalcanzables para una gran parte de las familias, que debieron recurrir al endeudamiento. En la actualidad, una carrera universitaria tiene un costo anual promedio equivalente a 6.700 dólares.