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AMPLIARBasta de tanta impunidad, dijeron

Familiares de detenidos desaparecidos se encadenan a ex Congreso chileno

Familiares de víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) se encadenaron ayer a las rejas del palacio de tribunales para denunciar y rechazar un oficio de 19 senadores que pide liberar a criminales condenados por delitos de lesa humanidad que padecen enfermedades incurables.

Detalles.

El viernes pasado, congresistas de gobierno y oposición enviaron el escrito a la presidenta Michelle Bachelet pidiendo que adopte las medidas administrativas para dar cumplimiento al derecho penal humanitario. Específicamente, aluden a la aplicación de penas privativas de libertad a condenados aquejados de enfermedades graves e incurables, sin discriminación alguna, es decir, que se incluya también a los militares y ex represores que se encuentran en el recinto de Punta Peuco. Se trata del tercer proyecto presentado en los últimos días sobre el tema. El primero, del 8 de junio, lo patrocinaron los senadores del derechista partido Renovación Nacional, Lily Pérez y Manuel José Ossandón, y Alejandro Navarro, del oficialista Movimiento Amplio Socialista. El segundo, lo enviaron el 14 de este mes otros tres legisladores derechistas solicitando modificar el artículo 87 del Código Penal para establecer el cumplimiento alternativo de la condena de los adultos mayores.

La potente imagen de hoy de los familiares de Detenidos Desaparecidos y de los profesionales comunistas degollados en 1985 llevaron de inmediato a la memoria las acciones constantes que realizaban esos hombres y mujeres, que desafiaban el miedo bajo dictadura, para visibilizar las violaciones a los derechos humanos acalladas por el régimen. "Cuántos y cuántas creyeron que no volverían a ver, o que no sería necesario hacer esto", escribieron jóvenes y viejos a través de las redes sociales. La brigada Chacón desplegó a un costado del Río Mapocho un enorme un lienzo donde decía: "Alerta chilenos, la Suprema liberará al Fanta", el militante de las juventudes comunistas que se convirtió en los años 70 en uno de los más brutales agentes de la represión. "Estamos nuevamente encadenados en tribunales como ocurría en dictadura pero ahora en democracia porque se están otorgando beneficios y libertad a los criminales de lesa humanidad que están en Punta Peuco", expresó el sociólogo Manuel Guerrero, hijo del homónimo dirigente de los profesores degollado en 1985.

"Venimos a exigir por los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, justicia, no más impunidad", añadió.