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AMPLIARTemer en la cuerda floja por sus aliados

La corrupción afectará a otros ministros del interino Temer

"Habrá otra renuncia en el gabinete la semana próxima?", se preguntan algunos observadores ya habituados a la sangría política que caracterizó el primer mes del presidente Michel Temer.

Detalles.

La marca de este primer tramo de la nueva administración fueron los escándalos y la caída de tres ministros.

El último de los renunciantes (o renunciado?) fue Henrique Eduardo Alves, extitular de Turismo, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y miembro del círculo áulico de Temer.

Alves dejó su puesto en el gabinete el jueves último alcanzado parcialmente por la onda expansiva de las confesiones del arrepentido Sergio Machado, también del PMDB, uno de los hombres que ese partido tenía como recaudador de fondos ilegales.

Fue así como el "pemedebista" Machado estafó en decenas de millones de dólares a la empresa Transpetro, subsidiaria de Petrobras, y con ese dinero financió campañas de su agrupación.

Machado también confesó a la Justicia, bajo juramento, que desvió más de 300.000 dólares por pedido de Temer, quien tuvo que salir a desmentir esa versión para atenuar un costo político que igual fue alto.

Otro ministro sospechoso de desvíos éticos es el titular de Cultura, Mendonca Filho, quien podría ser salpicado por alguna revelación en los próximos días.

Según trascendidos, a las confesiones de Machado, aceptadas oficialmente por la Corte, la semana próxima se sumarán las de otro corrupto confeso que acordó la "delación premiada" con la Procuraduría.

Se trata de Fabio Cleto, un exalto ejecutivo del banco estatal Caixa Económica, quien aparentemente también robó dinero público para entregarlo al PMDB del presidente Temer.

Aún no se sabe lo que contiene la delación de Cleto a la Procuraduría pero el tema fue tratado el viernes por el mandatario.

El asunto se discutió con varios ministros en una reunión convocada de urgencia y tras la suspensión de un discurso por cadena nacional para evitar el probable cacerolazo de repudio contra el presidente.

Luego de la reunión de gabinete la agencia Globo publicó el viernes por la tarde que "Temer quiere que los ministros envueltos en escándalos presenten la renuncia" antes de que aquellos tomen estado público.

Si no se frena la seguidilla de renuncias, la flamante administración se expone al riesgo de perder su ya deteriorada gobernabilidad, mientras algunos senadores amenazan abandonar al gobierno.

Se trata de una decena de congresistas (la cifra es imprecisa), que al ver los tropiezos frecuentes del Palacio del Planalto insinuaron que podrán cambiar su voto en el "impeachment" en curso contra la presidenta Dilma Rousseff.

Entre los indecisos está el excrack Romario, quien el 12 de mayo pasado votó por la apertura del juicio político a Rousseff, pero en los últimos días envió señales de arrepentimiento.

Romario ganó fama de ser en el Congreso tan pícaro y ubicuo como lo era en sus años de astro de la selección. El "baixinho" tiene aspiraciones políticas y posiblemente oficializará su candidatura a alcalde de Río de Janeiro en los comicios de octubre.

Su posición sobre el "impeachment" no responde a convicciones ideológicas sino a su conocido oportunismo, y si huele que Temer comienza a naufragar lo abandonará.

Romario y otros aliados volátiles no permanecerán junto al gobierno si comprueban que esto perjudica su imagen de cara a las elecciones municipales.