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Prepagas, blanco de denuncias por la mala atención a sus afiliados

La medicina prepaga es una cuestión central en la vida de los argentinos. Más de 5 millones de personas adquieren este servicio, que vuelve a aumentar sus precios y que es blanco de denuncias constantes por parte de sus afiliados.

Las cuotas de las medicinas prepagas subirán un 15% en junio próximo, un 5% en julio, y no se descarta que en los siguientes meses del año, haya otro ajuste, pero, ¿cómo ven los afiliados la relación servicio, costo del mismo? "Existe una normativa que regula esta actividad, la cual fue actualizada en 2012” nos cuenta el Dr. Javier Wajntraub, abogado especialista en Derechos del Consumidor.

La mayoría de las denuncias recibidas por partes de las prepagas, incumplen con el Programa Médico Obligatorio (PMO), que es el conjunto de prestaciones mínimas obligatorias que las obras sociales deben brindar a sus afiliados. Se lo conoce como ´Piso Prestacional´.

Es la Superintendencia de Servicios de Salud (ente que agrupa a la mayoría de las obras sociales), quien se encarga de hacer efectivo el cumplimiento del PMO, sin embargo, por incongruencias en la Ley quedan reguladas por la  Secretaría de Comercio, que por lo general carece de control.

“Son los beneficiarios quienes sostienen que durante toda su vida han pagado a las prepagas y que una vez que necesitan del servicio, las mismas no cumplen muchas veces con la prestaciones correspondientes, incumpliendo con los derechos por los cuales el consumidor contrató el servicio como resguardo” comenta Wajntraub, “las denuncias más comunes se fundan en que las prepagas rechazan las coberturas de los tratamiento por motivos varios”.

Los beneficiarios de las prepagas deciden resignar tratamientos porque no desean judicializar el problema, no reclaman y no hacen valer sus derechos. El Dr. Wajntraub asevera que “muchas prestadoras no brindan las prestaciones en tiempo y forma, se abusan por el costo de apelar y llegar a la justicia por parte del consumidor, ya que para este último es caro y desgastante, contemplando el delicado estado de salud del reclamante”.