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AMPLIARMujeres de pescadores protestan frente a La Moneda, ayer

Pescadores chilenos rechazan subsidios y siguen con la protesta

La presidenta Michelle Bachelet llamó ayer a los pescadores artesanales del Archipiélago de Chiloé a continuar con el diálogo, a terminar los férreos bloqueos que impiden abastecer a la isla con alimentos y combustibles y a aceptar la última oferta de ayuda económica del gobierno.

Detalles.

La comunidad de Chiloé está en pie de guerra por lo que consideran un trato discriminatorio por el bajo monto de la ayuda oficial ofrecida por 150.000 pesos (unos 222 dólares) mensuales para 5.000 pescadores artesanales y sus familias. Los dirigentes afirman que son 7.000 los grupos familiares sin ingresos.

Los bloqueos se tradujeron en desabastecimiento de víveres y combustibles. Los comercios se ven prácticamente vacíos, las dueñas de casa se quejan de que no tienen frutas ni verduras, y sólo hay combustible para vehículos de emergencia.

La llegada al archipiélago de efectivos antimotines de refuerzo despertó un rechazo generalizado. Los neumáticos encendidos que cortan las rutas se extendieron el viernes al continente, entre Osorno y Puerto Montt.

Bachelet los llamó a que "sigamos dialogando, que despejen los caminos para no afectar la vida de otras personas, para que pueda ingresar el combustible, los alimentos y no agravar más la situación".

En las primeras horas de la madrugada del viernes el gobierno les ofreció 300.000 pesos (445 dólares) por abril y mayo, y 150.000 pesos (222 dólares) por los siguientes tres meses. Algunos dirigentes estaban dispuestos a aceptar la oferta, pero sus comunidades las rechazaron, como sucedió en Ancud, a unos 1.100 kilómetros al sur de la capital chilena.

La zona afectada con la llamada "marea roja" en Chiloé alcanza a siete grandes ciudades y decenas de pequeñas caletas. Los más damnificados son los pescadores de Chiloé, a unos 1.200 kilómetros al sur de Santiago, donde la extracción de los mariscos es la principal actividad de unas 7.000 personas ahora desempleadas.

Sin embargo, las barricadas en las carreteras que unen las ciudades del archipiélago siguen encendidas día y noche y el bloqueo al zarpe de los transbordadores desde Ancud, en Chiloé, a Puerto Montt, en el continente, y viceversa, prosigue intacto.

"Yo sé que estamos viviendo una situación muy compleja por la marea roja, que ha tenido una intensidad como nunca antes se había visto en esa zona", dijo Bachelet.

La "marea roja" es una proliferación excesiva de micro algas tóxicas que son absorbidas por los moluscos que filtran el agua, como las machas y almejas, que al ser ingeridas por el ser humano pueden causar mareos, hormigueo en labios, vómitos y parálisis respiratoria, que puede ocasionar la muerte.

Según diversos expertos, la "marea roja" estará presente algunos meses y luego habrá que esperar a que los moluscos se liberen de la toxina, que puede tardar otras semanas más.

Los trabajadores chilenos que dependen del mar han sido muy golpeados este año. En febrero el aumento de algas afectó a criaderos de salmón y mató a millones de especímenes que murieron asfixiados y entre marzo y comienzos de abril unas 500 toneladas de sardinas cubrieron playas de las regiones de Los Ríos, a unos 750 kilómetros al sur de Santiago. Ambos fenómenos derivaron en cesantía.

El salmón es el segundo mayor producto de exportación, después del cobre, y en las últimas dos décadas Chile se transformó en el segundo mayor exportador de salmón de cultivo a nivel mundial después de Noruega. Hasta enero de 2015 la producción chilena de salmones representaba el 27% a nivel mundial, mientras Noruega alcanzaba al 52%.