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AMPLIAREl presidente de la Cámara Baja Eduardo Cunha separado de su banca

Tribunal Federal de Brasil suspende a Eduardo Cunha, principal impulsor de juicio contra Rousseff

El Supremo Tribunal Federal de Brasil separó ayer de su cargo a Eduardo Cunha, el poderoso jefe de Diputados y enemigo político de Dilma Rousseff, lo que causó conmoción política, un nuevo entuerto dentro de la grave crisis desatada por el "impeachment".

Detalles.

Toda una paradoja, pues la abrupta caída del adversario de Rousseff puede beneficiar al vicepresidente Michel Temer, quien se perfila para ocupar el máximo cargo ejecutivo en caso de que proceda la destitución.

Teori Zavascki, ministro del Supremo Tribunal Federal, ordenó hoy la suspensión del mandato legislativos del presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), considerado el mayor y más dur adversario de Rousseff.

Zavascki es el juez de la Corte responsable de la causa "Lava Jato" por corrupción en la petrolera estatal "Petrobras", proceso en el que está imputado Cunha.

Después de analizar "elementos fácticos y jurídicos" se arriba a la conclusión de que Cunha "representa una amenaza a las investigaciones que realiza el Supremo Tribunal Federal", apunta el escrito del juez Zavascki.

Desde el punto de vista del magistrado Cunha utilizó su poder para cometer delitos y obstruir el esclarecimiento de la red que delinquió por lo tanto, "nada justifica que permanezca en el ejercicio de esa elevada función pública".

Con esa argumentación Zavascki hizo lugar a una propuesta de destitución de Cunha presentada en diciembre por el procurador general de la República, Rodrigo Janot.

El jefe de los fiscales aseguró que Cunha se comporta como un "delincuente" valiéndose de su poder para perpetrar y encubrir delitos, además de hostilizar a sus adversarios.

Su estilo político se caracteriza por "ofender, intimidar a parlamentarios y a reos" que quieren confesar en la Justicia la participación de Cunha en el "Petrolao", sostuvo en su fundamentos el fiscal.

La caída de Cunha es un caso sin precedentes, pues nunca antes el Supremo había ordenado separar de su cargo al jefe de la Cámara baja, explicó Zavascki en sus declaración.

Por lo pronto, no podrá ejercer ninguna actividad como parlamentario pero mantendrá el fuero especial, debido a lo cual su proceso continuará en la alta corte.

La noticia se conoció a primeras horas de la mañana de hoy en Brasilia, causando una conmoción general entre opositores y oficialistas, dado que Cunha es un personaje central de la vida política nacional.

"Ese señor afrontó a la democracia, él es el jefe de una gavilla de delincuentes, fue tardía la decisión del Supremo, pero al fin se hizo justicia", aseveró el senador Randolph Rodrigues, del opositor Partido Socialismo y Libertad.

El hoy destituido jefe opositor es uno de los pocos dirigentes políticos con más rechazo que la presidenta Dilma Rousseff y del vice, Michel Temer entre los ciudadanos.

Según encuestas recientes, el 78% de los brasileños demandan la salida del hasta hoy jefe de la Cámara Baja, 10 puntos más de los que reclaman la salida de Rousseff quien posiblemente la semana próxima se licenciará del cargo y será sucedida por Temer.

Cunha y Temer pertenecen al PMDB, y fueron aliados en la estrategia en pos del "impeachment".

El diputados Paulinho da Forza, mano derecha de Cunha, dijo hoy que éste recibió con "indignación" la decisión del Supremo Tribunal Federal.

Luego de una breve declaración en la puerta de la residencia de Cunha, el diputado Paulinho da Forza se dirigió hacia la residencia del vicepresidente Temer, donde se realizan reuniones diarias para la formación del futuro gobierno interino.

En algunos medios se interpretó la actitud de ese diputado aliado de Cunha como una amenaza dirigida hacia Temer, quien al parecer quiere tomar distancia de su antiguo socio.

"La caída de Cunha es una buena noticia para Temer, era muy complicado para Temer llegar a la presidencia con un aliado tan impresentable", sostuvo hoy el comentarista Kennedy Alencar.