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AMPLIARUnabarca que utiliza un pescador artesanal

Marea roja en el sur chileno y sus pobladores en pié de guerra

Un millar de pescadores desesperados y demandantes tienen bloqueado el acceso al archipiélago de Chiloé, de por sí aislado por la naturaleza, 1.301 kilómetros al sur de Santiago de Chile.

Detalles.

Los trabajadores del mar junto a su familia bloquearon por tercer día consecutivo la carretera en protesta por la escasa ayuda del Gobierno, que ofreció un bono de 149 dólares y una canasta básica de alimentos para paliar la falta de ingresos derivada de la grave crisis provocada por la marea roja. La marea roja es un fenómeno natural que ocurre por el incremento numérico de microalgas que están normalmente en el mar y contamina a peces y molusco, que se vuelven incomestible pues existe incluso el riesgo de muerte para los humanos al consumirlos.

La comunidad científica también se manifestó sorprendida por la expansión de la floración de algas que produce la toxina de la marea roja, que por primera vez llegó al Océano Pacífico. Los pescadores creen que los problemas de marea roja están relacionados con el vertido de salmones muertos al mar, por lo que pidieron al Gobierno que se investigue lo sucedido.

Hace un mes, el Servicio Nacional de Pesca determinó eliminar salmones muertos por la floración de algas tóxicas (FAN), lo que aparentemente habría causado la llegada de aguas contaminadas con marea roja y otras toxinas en las playas de Ancud.

"Aquí hay un responsable, hay agentes del Estado como Sernapesca y la misma Armada de Chile, que fueron los que autorizaron cuando se produjo la enfermedad en las empresas salmoneras para que se botaran mar afuera miles y miles de toneladas (de salmones), esto produjo lo que tenemos a la vista", sostuvo el dirigente de los pescadores, Jaime Assmusen.

El sindicalista acusó directamente a las autoridades. "Esto no es un problema de la marea roja, me extraña que la autoridad no reconozca, no venga a decir cuál fue el problema, porque si bien los buques tenían que ir 100 ó 120 ó 150 millas mar afuera, los salmones los botaron aquí afuera, a la vuelta de la esquina", afirmó.

Los efectos de la paralización se dejan sentir en la comunidad, como quienes fueron a Chiloé por trabajo y se han debido quedar, y también ya hay desabastecimiento en esa zona insular, y las clases están suspendidas en algunas comunas.

La presidenta Michelle Bachelet aseguró que el Gobierno no dejará solos a los pescadores artesanales de Chiloé y que por eso está decretada zona de catástrofe.

"No es fácil sin duda, nos ha pasado con todos los desastres naturales, no son recursos previstos, son recursos que implica que el Estado tiene que mirar si hace algún otro tipo de iniciativa o si reasigna recursos, pero lo único que quiero decirles es que no los vamos a dejar solos", dijo la jefa de Estado, quien se encuentra en la austral región de Magallanes.

La mandataria explicó que "evidentemente no estamos en un momento de economía boyante que nos permita responder en un segundo con todo lo que quisiéremos, pero sí tenemos conciencia del problema y vamos a hacer nuestro máximo esfuerzo".

El director del Laboratorio de Toxinas Marinas del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Benjamín Suárez, puntualizó que "ahora nos encontramos en los momentos más peligrosos y no creemos que esto disminuya antes de cuatro semanas". Agregó que en la costa de la Isla de Chiloé -donde desde 2009 no se repetía un evento de esta naturaleza- hay muy pocos cultivos y los mayores esfuerzos de extracción lo realizan pescadores artesanales con buceo autónomo y son muy numerosos, son cientos de familias las afectadas.

En un primer momento, el fenómeno se desplazó de sur a norte de Chiloé, alcanzando su máximo nivel a fines de marzo, decayendo durante abril. Sin embargo, a mediados de ese mismo mes se detectó alta toxicidad en la localidad de Cucao que está en la costa oceánica de la isla, y desde mediados de abril se extendió el fenómeno por la costa pacífica de ésta hacia el norte, alcanzando niveles muy peligrosos en la zona de Ancud, cruzando el Canal de Chacao llegando a Maullín y entrando incluso a la costa continental de la región de Los Lagos, hasta la ciudad de Niebla en Valdivia (500 kilómetros al norte de Chiloé).