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AMPLIARRousseff y la antorcha olímpica que entregó a la capitana de la selección de voleibol Fabiana Claudino.

Rousseff habla de crisis al recibir la antorcha olímpica

El encendido de la antorcha olímpica de los Juegos de Rio, quedó ayer salpicado por la crisis política que atraviesa Brasil a través del discurso de la presidenta Dilma Rousseff, a riesgo de ser desplazada del poder.

Detalles.

"Sabemos que hoy existen dificultades políticas en nuestro país, tenemos conocimientos de que hay inestabilidad política", admitió Rousseff durante el acto realizado en el Palacio del Planalto, sede del gobierno en Brasilia.

Las simbólica llama recorrerá más de 300 ciudades hasta el inicio de los Juegos de Rio de Janeiro, el 5 de agosto próximo.

Con la presencia de autoridades internacionales y del titular del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos Arthur Nuzman.

El máximo dirigente del COB arribó ayer a la mañana a Brasilia procedente de Suixa, con la antorcha olímpica luego de presentarla al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

A pesar de ser objeto de críticas por parte de la oposición Rousseff decidió manifestar ante la opinión pública internacional que su país es objeto de un proceso de desestabilización al que ella denomina "golpe".

Hace dos semanas dijo en la sede de Naciones Unidas en Nueva York que la democracia brasileña enfrenta dificultades serias.

Y poco después de ese discurso ante representantes de unos 170 países, Rousseff declaró ante la prensa norteamericana que el vicepresidente Michel Temer encabeza un plan "golpista" contra ella.

En el discurso que pronunció hoy ante varios deportistas de elite que participarán en los Juegos, Rousseff aseguró que Brasil vive un "período de la historia difícil, muy difícil, verdaderamente crítico".

Y agregó que Brasil es un "país cuyo pueblo sabe luchar por sus derechos y que se precia de saber proteger a su democracia".

"Lo que vale es la lucha y nosotros sabemos luchar", enfatizó.

En ese momento, parte del público comenzó a cantar consignas contra el "golpe" y coreó "Dilma, guerrera del pueblo brasileño".

Fuera del Planalto grupos que adhieren al gobierno entablaron un duelo de consignas, y algunos insultos, con activistas que exigen la salida de la presidenta y respaldan el "impeachment" o juicio político.

Pero, a pesar de las "dificultades políticas que sufrimos", continuó Rousseff, "estoy segura de que daremos la mejor recepción a todos los atletas y a todos los visitantes extranjeros".

Este fue, posiblemente, el último discurso de Rousseff sobre un asunto de connotaciones internacional como son los Juegos Olímpicos, antes de su eventual salida del gobierno que puede ocurrir la semana próxima.

Cuando el Senado seguramente aprobará la apertura del enjuiciamiento político con lo cual ella estará obligada a licenciarse por hasta seis meses.

Durante ese período asumirá la presidencia interina su vice, Michel Temer, que hoy mantuvo reuniones como parte de las negociaciones para la formación de un nuevo gabinete.

Junto a Rousseff, estuvo hoy en el Planalto la bicampeona olímpica de voleibol Paula Claudino, capitana del seleccionado que este año buscará su tercera presea dorada.

Una vez concluido su discurso, la presidenta encendió la antorcha y la entregó a la deportista, que fue la "primera transportadora" de la llama que recorrerá más de 320 ciudades de todos los estados brasileños.

En una recorrida que finalizará el 5 de agosto, cuando será la ceremonia de apertura en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro.

Fabiana Claudino, de mas de 1,90 metros de altura, descendió por la rampa del Palacio del Planalto que fue cubierta con una alfombra verde con líneas blancas, imitando una pista de atletismo, mientras una escuadrilla de aviones militares realizaba acrobacias.

Y transportó la llama hasta el palacio del Congreso a donde llegó cerca de las 10.10 horas, cuando comenzaba a sesionar la Comisión Especial de Impeachment, que trata sobre el casi seguro inicio del proceso contra Rousseff.