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15/11/2015 - Debate

Scioli mostró contundencia política y Macri apeló a la agresividad

Por primera vez en la historia de nuestro país se llevó a cabo un debate entre los candidatos Daniel Scioli y Mauricio Macri quienes el 22 de noviembre se disputarán en balotaje la conducción de los destinos de la patria. Dos proyectos de país mostraron sus ideas.

Por primera vez en la historia de nuestro país se llevó a cabo un debate entre los candidatos Daniel Scioli y Mauricio Macri quienes el 22 de noviembre se disputarán en balotaje la conducción de los destinos de la patria.

Prácticamente todos los hogares de Argentina presenciaron por televisión la contienda de ideas. Grandes, jóvenes y niños fueron parte de este acontecimiento. Lo hicieron a través de discusiones, opiniones o desmentidas, a favor de uno u otro candidato.

Arriba de los 50 puntos alcanzó el rating televisivo, manteniendo en vilo al país. La disputa mostró a dos candidatos diferentes. Un Scioli contundente con el proyecto nacional que defiende, y, por el otro lado, un Macri sin escrúpulos que no respondió a las preguntas más importantes y que solo atinó a descalificar a su contrincante.

Ante la pregunta de Scioli de porqué el Pro votó en contra de la estatización de Aerolíneas Argentinas, Anses e YPF, Macri solo atinó a decir que se puede vivir mejor en el país y le pidió a su par que se saque el casette de 6,7,8.

Respecto a cuestiones puntuales de seguridad, Macri resaltó que en su gestión se trabajó a favor de la trata de personas, sin embargo en su periodo de gobierno cerró el programa sobre Violencia de Género en CABA por falta de presupuesto.

El líder del Pro increpó al del FpV cuando le dijo: “Cristina es la que más devaluó en el mundo, mienten con la inflación, tienen un planteo conservador, cínico, hablan de errores que quieren solucionar, ustedes son malos”.

Como en todo el debate Scioli apeló a resaltar su figura por sobre la de Cristina Fernández y le pidió al oponente que debata con él y no con otras personas. Esto se debe a que en más de una ocasión Macri nombró a Anibal Fernández, también a Axel Kicillof y a Máximo Kirchner.

Macri tampoco respondió sobre qué hará con la inminente devaluación de la que tanto habla Cambiemos. Faltando el respeto a la inteligencia del electorado aseguró que apoya inversiones en ciencia y técnica, cuando meses atrás dijo que el proyecto Arsat no tiene sentido o cuando hizo defensa de la educación pública y hace unas semanas habló de que sobran universidades nacionales en el país. En estos puntos Scioli apeló a mostrar gestión y dio cuentas de conocer en profundidad el espíritu de la Ley Nacional de Educación que apela a mejorar la educación y que la escuela tenga doble escolaridad.

El punto más flojo de Scioli fue cundo Macri le preguntó sobre qué hacer con Venezuela a quien calificó de una nación dictatorial. También  con Irán, repudiando el referéndum que Argentina hizo con ese país en el marco del atentado a la Amia. Quien fue vicepresidente de Néstor Kirchner no fue contundente, sin embargo dijo que varios funcionarios de seguridad de Macri están imputados por escuchas a familiares de víctimas del atentado y destacó las políticas en honor de la memoria, verdad y justicia.

Por otro parte Scioli hizo referencia al “compañero trabajador”. Macri nunca se refirió a los asalariados. También puso en manifiesto la necesidad de una alianza entre el estado, los obreros y las empresas. Es decir apeló al discurso peronista, buscando integrar a todos los sectores sociales. Macri que en el último tiempo buscó seducir al electorado peronista hizo agua.

En definitiva, el debate mostró a dos candidatos, a dos proyectos diferentes de hacer política. El peronismo por un lado y el neoliberal por el otro. El primero hizo referencia a la continuidad de gestión, reconoció errores y puso de manifiesto las virtudes. El otro desprestigió, evacuó preguntas claves y trató de hacerse de un discurso que no le pertenece para confundir al electorado. Macri buscó instalar la idea que puede ser quien continúa con el desarrollo social y económico del país. Sin embargo su neoliberalismo, ese que hablaba, del fin de las idea, fue más fuerte y trastabilló.

Sebastián Ganzburg