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AMPLIARNo son buenos los días de Fernando Karadima

Justicia de Chile pedira precisiones a Francisco sobre caso Karadima

La Corte Suprema acogió la solicitud de exhorto al Vaticano presentada por las víctimas del sacerdote Fernando Karadima para que el Papa Francisco aporte los antecedentes que le permiten declarar la inocencia del obispo Juan Barros, acusado de encubrir los abusos sexuales y de poder del ex párroco de El Bosque.

La carta rogatoria debe ser enviada a través de la Cancillería para que la "autoridad competente del Estado Ciudad Vaticano" entregue todos los documentos que respaldan las afirmaciones del Sumo Pontífice. 

Francisco sostuvo a un grupo de chilenos en el Vaticano, el 6 de mayo pasado, que las denuncias contra Barros eran infundadas provenientes "de los zurdos". En la oportunidad, el Papa aseguró que "la única acusación que hubo contra ese obispo fue desacreditada por la corte judicial, así que por favor no pierdan la serenidad".

Esto es lo que pretende aclarar la defensa del médico James Hamilton, el filósofo José Murillo y el periodista Juan Carlos Cruz. "Remita copia íntegra y fidedigna de todos los antecedentes que posea respecto de la investigación relativa a una acusación que hubo contra el señor Obispo Juan Barros Madrid, y que fue desacreditada por corte judicial, según manifestó su santidad Francisco I al vocero de la Conferencia Episcopal de Chile, don Jaime Coiro, en visita pública en la plaza San Pedro el día 6 de mayo último", dice el exhorto, según informa hoy radio Bío Bìo.

Barros -contemporáneo de los tres denunciantes cuando participaban en los años 80 en la parroquia El Bosque- deberá declarar como testigo el próximo viernes. Ya lo hicieron el ex arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz y su sucesor, Ricardo Ezzati y el miércoles lo hizo el propio Karadima. Este último negó las acusaciones y aseveró que "jamás, nunca" abusó de niños. Las tres víctimas de Karadima demandaron al arzobispado de Santiago por "negligencia" al haberse demorado años en investigar las denuncias contra el entonces influyente párroco, formador de obispo y sacerdotes, que además acumuló una fortuna en la parroquia ubicada en uno de los sectores más acomodados de Providencia, en el sector oriente de Santiago.