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AMPLIARGallego Rios entrevistado por la web del INTI

Experto español sostiene que es primordial darle valor agregado al cuero

Fue invitado por el INTI a disertar en Tucumán. Javier Gallego Rios es Director Gerente de la Fundación MOVEX - Centro Tecnológico de la Piel de Andalucía, España, institución dedicada al fomento de la investigación tecnológica aplicada al sector del cuero, localizada en Ubrique (Cádiz), uno de los principales centros de trabajo de la industria de la marroquinería de Europa.

Ensaya un diagnóstico sobre la industria en el NOA y NEA.

Gallego Rios es Técnico Superior de Gestión Comercial y Marketing del Instituto Las Cumbres de la Universidad de Cádiz y su área de especialización es el gerenciamiento de empresas enfocadas hacia productos y servicios de lujo, premium o alta gama vinculados a la industria del cuero. En ese carácter, fue convocado por el INTI para capacitar a los distintos actores que intervienen en la cadena de valor de esta industria en el norte argentino acerca de las estrategias de marketing y comercialización necesarias para desarrollar una imagen del cuero basada en sus atributos de calidad y vinculada a su origen e identidad territorial.

¿Cuál es su diagnóstico de la industria del cuero en las regiones NOA y NEA de la Argentina?

Hay diferencias entre las dos regiones, tanto en el entorno cultural y social como en el nivel de la relación con el cuero y la manufactura. Cada zona -y dentro de cada zona, cada ciudad- tiene una relación más o menos larga con el material. Eso hace que los niveles de desarrollo que hemos encontrado en las empresas en cada región sean diferentes. En el NOA hay una vinculación más primaria en cuanto al cuero como producto, pero hay una cooperación más estrecha entre los distintos agentes que lo trabajan. Incluso se ha constituido una mesa del cuero que ya está trabajando en acciones concretas. En el NEA hay menos experiencia de cooperación, pero sí una mayor sensibilización en cuanto a todo lo que sea agregar al producto otros componentes, tales como diseño y experimentación, de cara a conseguir ese mayor valor añadido. En el NOA la tradición, la artesanía folklórica tiene más peso; en el NEA se han abierto más hacia otras disciplinas creativas aplicadas al cuero y a la incorporación de otros elementos innovadores.

¿Qué potencialidades tiene la industria del cuero de estas regiones para construir una imagen o una marca de este producto?

Hoy en día el consumidor final no quiere solamente un producto. Quiere sentirse a gusto comprando ese producto, quiere toda una experiencia de compra. Quiere que se le cuente de dónde provienen los materiales, cómo está hecho, qué personas han intervenido, toda su historia. Y creo que aquí, tanto en el NOA como en el NEA, tienen unos elementos muy interesantes para contar y generar toda esa historia, tales como el paisaje o la gente que trabajó el material. La cuestión es documentarlo y organizarlo para mostrarlo de una forma atractiva.

¿En qué aspectos hay que trabajar para mejorar la competitividad del sector?

En toda actividad siempre hay puntos para mejorar. En la región de donde yo vengo, el cuero se trabaja en uno de los talleres desde 1752. Al haber esa tradición tan larga, donde los oficios se han ido pasando de padres a hijos, se han podido desarrollar una serie de habilidades, de destrezas y de técnicas, que aquí no se han dado por lo reciente de la relación con el cuero. Es decir, hay una relación muy larga con la cría de los animales, pero no con la curtiembre y con la manufactura que es mucho más reciente en el tiempo. Hablamos de décadas, no hablamos de siglos. Entonces, lo que hay son puntos a mejorar en la curtición y, sobre todo, en la comercialización y la imagen de los productos manufacturados. Para eso es primordial que lo valoren al cuero, ya sea como producto final o como materia prima para la manufactura de otros productos y que le den el tratamiento adecuado para que tenga el valor mínimo correspondiente. En muchos sitios, que coinciden con los lugares más pequeños, más rurales y despoblados, se entiende todavía el cuero como un subproducto, no se le da todavía el valor que puede tener.

En diálogo con los técnicos del Centro INTI Cueros, Javier Gallego Rios sugirió algunas líneas de trabajo a seguir para mejorar la competitividad del sector dadas las características evaluadas en las dos regiones del norte argentino.

Entre ellas, el especialista recomendó introducir innovaciones en orden a diversificar y modernizar la variedad de productos que se manufacturan, de forma de encontrar nuevos nichos de mercado. Con ese propósito, Gallego Rios destacó la importancia de introducir técnicas mixtas que combinen el cuero con otros materiales, como textiles o madera.

Asimismo, señaló la posibilidad de conectar, a través del INTI, a la industria del cuero de la región NOA con la del NEA, más innovadora esta última en cuanto al diseño, más abierta a la experimentación con nuevas técnicas y a la utilización de pieles de especies alternativas, como yacaré, pacú y surubí. 

Fuente INTI