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06/11/2015 - Historia de vida

Un tucumano encontró un mar de oportunidades en la Armada

Hay personas que encuentran un mar de oportunidades en el agua; es el caso de Julián Gabriel Ortíz, tucumano oriundo de San Miguel, quien es nadador de rescate en el multipropósito ARA Ciudad de Rosario perteneciente a la Armada Argentina.

Julián Ortíz tiene 29 años e ingresó a la Armada en el 2006; actualmente es Cabo Primero Comunicante y desempeña la función de ser encargado del subcargo Navegación en el multipropósito de la Armada.

Su tarea “es la de asesorar y hacer una navegación más segura cuando el buque zarpa”, dijo; dado que cuenta con el manejo de instrumentos de navegación, meteorología, cálculos y dibujo.

Hijo, hermano y padre, en su núcleo más íntimo. Cabo, nadador y buzo de borda, en su vida profesional. Elecciones que responden a la pasión por el deporte que marcó su vida.

 

Egresado del secundario técnico con orientación en electromecánica, trabaja en el club barrial “Los Toldos” de Yerba Buena donde asiste a los más pequeños de la Escuelita de Básquet. También ayudó a su padre Miguel Ángel en el taller metalúrgico de la familia, experiencia que le permitió reunir los medios necesarios para proyectar su futuro.

Ante preguntas existenciales de quién deseaba ser, qué quería hacer y dónde estar, Julián contó que la figura de su hermano mayor Gonzalo se erigió como una guía en ese pensamiento. Él trabajaba en el Edificio Libertad de la Armada Argentina como maquinista.

“Recuerdo el primer día que Gonzalo entró a casa con el uniforme: mis padres estaban orgullosos de él y yo no podía dejar de escuchar sus relatos sobre las vivencias experimentadas en la Escuela de Suboficiales”, recordó.

Julián expresó que al momento de considerar su ingreso a la Institución contempló en la vida de su hermano algunas características que se adecuaban a sus expectativas: desafíos constantes, estabilidad laboral, exigencia física e intelectual, proyección a futuro y el alimento de lo que él consideraba su vocación.

El primer destino naval del Cabo Ortíz fue el destructor ARA “Brown”, al que recuerda con mucho cariño, y por la carga simbólica que posee el buque para la Institución. Aprendió el valor del trabajo en equipo y comprendió la camaradería.

“El grupo era muy unido, todos estaban capacitados para desempeñar las funciones que se les asignaban y tuvieron la humildad de los grandes para instruirme de manera tal que el aprendizaje fuera placentero”, destacó quien participó a bordo del destructor en operativos navales multinacionales como el UNITAS y el FRATERNO en Brasil.

Más tarde las corbetas ARA “Drummond” y “Granville” fueron sus próximos destinos. En la “Granville” navegó hasta las 200 millas náuticas con la misión de custodiar y cuidar los recursos marítimos. También estuvo a bordo del aviso ARA “Suboficial Castillo” y prestó servicio en dos Campañas Antárticas.

Todos estos destinos implicaron estar lejos de los afectos. Su hijo Jeremías, de 4 años, es quien más reclama su presencia y a quien el Cabo Ortíz asume extrañar más.

“Es una pelea constante conmigo mismo, pero sé que estoy trabajando por su futuro y que, realizándome profesionalmente, le estoy dando un buen ejemplo”, dijo y agradeció a Melisa, mamá de Jeremías, quien muchas veces debe ocupar ambos roles paternos por los largos tiempos de navegación.

Y no fue la excepción esta última navegación por la Campaña Fluvial Interministerial Socio Comunitaria a las Poblaciones Ribereñas alejadas de los centros de atención sanitaria; para Julián fue la tercera campaña a la que asistió y duró más de un mes. “En la primera tomé la actividad como una más de mis tareas pero cuando la realicé, vivencié la fibra más humanitaria de la Institución y sentí lo mismo durante esta última”, concluyó.

El buque multipropósito “Ciudad de Rosario” emprendió su viaje hacia Corrientes y Chaco el 14 de septiembre para llevar adelante la campaña socio-sanitaria organizada por los Ministerios de Defensa, Desarrollo Social y Salud; pero ya había zarpado con anterioridad, el 10 de agosto, para realizar el operativo multinacional Acrux VII junto a las Armadas de Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay en las proximidades del Puerto de Mautinho (Brasil).

La Campaña Sanitaria se dividió en cuatro etapas (Yahapé-Ituzaingó-Isla del Cerrito-Isla Soto) donde el buque se convirtió en transporte de las Unidades Sanitarias Móviles y los profesionales de la salud, quienes brindaron asistencia médica a las poblaciones ribereñas.

Recibieron atención unas 2500 personas, con un total de 11 mil prestaciones que incluyeron vacunación, odontología, oftalmología, óptica, clínica general, pediatría, controles obstétricos; y también el asesoramiento de agentes de ANSES y Desarrollo Social.