AMPLIARCampeones

03/11/2015 - Básquetbol

Campeones del mundo que perdieron todo por "peronistas"

La "Generación Dorada" que se está cerrando en el básquetbol argentino es la mejor de la historia pero no la primera gran camada que tuvo este deporte en el país.

Mientras "Manu" y compañía perdieron la final del Mundial 2002 en la última jugada ante Yugoslavia, el 3 de noviembre de 1950 Oscar Furlong y los suyos se consagraron campeones del mundo en un Luna Park desbordado de público.

Argentina organizó el primer torneo mundial de básquetbol, que contó también con la participación de Estados Unidos, Chile, Egipto, Francia, Yugoslavia, España, Brasil, Ecuador y Perú.

El equipo debutó con un triunfo 56-42 sobre Francia y desfiló hacia la final con victorias ante Brasil (40-35), Chile (62-41), nuevamente contra los galos (66-41), y Egipto (68-33).

En el partido decisivo, Argentina chocó contra EEUU, que había traído al Mundial al equipo entero de los Denver Chevrolets.

Furlong, elegido el mejor jugador del campeonato, fue llevado en andas por la gente, que de manera espontánea organizó una marcha de antorchas que iluminó la calle Corrientes en las afueras del estadio. 

El presidente argentino Juan Domingo Perón, cuyo gobierno tenía una fuerte política de fomento al deporte, había expedido licencias de trabajo para que los integrantes de la Selección, deportistas amateurs, pudieran dedicarse por completo a entrenarse.

Tras el campeonato, Perón los premió con una autorización para importar un automóvil que les significaba un beneficio económico, porque el precio que pagaban por el vehículo era menor que en el mercado interno.

Con la llegada de los que hicieron el golpe del 55 y su intención de barrer todo lo que oliera a peronismo, los campeones del mundo -ícono del deporte de ese período- fueron el chivo expiatorio perfecto.

Los acusaron de romper la regla del amateurismo al beneficiarse económicamente con el premio de Perón y fueron suspendidos de por vida.

El básquetbol sufrió una sangría muy dolorosa ya que le costó años volver a tener jugadores de tanto talento en actividad para que fuesen el ejemplo de los más jóvenes.

Y la política, una vez más, jugó en contra del desarrollo del deporte en la Argentina.