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Aseguran que primero se tendría que haber limpiado el fondo del Lago San Miguel antes de llenarlo

El barro podrido no se diluye en espacios estancos, como el caso del lago, el oxígeno es mínimo y por lo tanto, sin vegetación y sin correntada ecológica se volverá a punto cero, es casi como el mantenimiento de una pecera, opinó Pedro Martínez.

"Es conocido por todos los tucumanos el abandono que sufre uno de los  patrimonios históricos de nuestra provincia, un emblema reconocido casi mundialmente, porque hablar del Lago San Miguel es sentenciar parte de la idiosincrasia no sólo de Tucumán, sino del norte argentino", comienza en su opinión Pedro Martínez, referente de Conciencia Ambiental.

"Luego de velar simbólicamente nuestro preciado Lago San Miguel, que en la actualidad se encuentra en un estado calamitoso, casi rozando la desidia y el desinterés por parte de quienes deben brindarle cuidados que la ciudadanía les otorgó, hoy nuevamente se volvió a  hacer funcionar la bomba de suministro de agua; pero es llamativo y preocupante que se llene nuevamente el espejo de agua sobre lo sucio;  es decir, se tendría que haber limpiado minimamente, por lo menos las partes en que ya el barro podrído había ganado espacios", indicó.

"Realizar este trabajo de llenado del lago sobre una base putrefacta va en contra de todo mantenimiento ambiental positivo, es como ponerse las medias con los pies sucios, a la larga o a la corta el mal estado del fondo del lago se hará cargo por completo de la extensión total del espejo de agua", puntualizó.

En este sentido precisó que "el barro podrido no se diluye en espacios estancos, como el caso del lago,  el oxígeno es mínimo y por lo tanto, sin vegetación y sin correntada ecológica se volverá a punto cero, es casi como el mantenimiento de una pecera mediana o grande a la cual le hace falta sus aireadores para mover y oxigenar el agua".