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AMPLIARPaz Posse

Luisa Vivanco fue elegida la psicóloga del año y nuevos profesionales tomaron juramento

Fue en el marco del Día del Psicólogo que se festejó el martes con un acto en Federación Económica. La presidenta del Colegio de Psicólogos María Laura Paz Posse destacó la compra de la casa contigua a la sede, como logro de la gestión.

En el marco del Día del Psicólogo (13 de octubre) se tomó juramento, en la Federación Económica de Tucumán,  a todos los nuevos profesionales matriculados que son alrededor de 140 por año. Además se hizo diversas distinciones. La psicóloga destacada del año fue María Luisa Vivanco. También se homenajeó a los profesionales que cumplieron 50 años y 25 años de matriculados. En este caso la particularidad estuvo en que la presidenta del Colegio de Psicólogos de Tucumán, María Laura Paz Posse fue distinguida por el cuarto siglo de matriculada.

En este sentido indicó que “el Colegio está muy activo. Tenemos mucha afluencia de psicólogos, mucha consulta, mensajes, un enorme trabajo de prensa y difusión. Logramos transformaciones importantes como la concreción de dos consultorios, uno de psicología jurídica con abogados y  otro de psicología clínica abierto y gratuito para la comunidad. También la compra de un inmueble, llamada ‘La casa del al lado’ ya que es contigua Colegio y este mes lo estamos abriendo”.

Durante el acto, la psicóloga destacada del año Luisa Vivanco expresó que “fue una gran sorpresa cuando me comunicaron de este reconocimiento. Me siento muy orgullosa de ser de la generación de psicólogos de los años 70’, que desde el lugar que a cada uno le tocaba, aportábamos para que el mundo sea mejor. Hoy nos estamos arrimando a eso. Por eso quiero agradecer en nombre de esta generación que hoy no está, este reconocimiento”.

En este sentido hizo referencia a un texto de Eduardo Galeano, “que quiero mucho, donde dice que no solo desaparecieron los cuerpos, sino que la memora también estaba presa y había que liberarla ante todos. Cuando volví del exilio (1982) me encontré con un Tucumán que parecía que había perdido la memoria de lo que era un pueblo ardiente. Se hizo incluso una muestra llamada Tucumán Arde mostrando lo que pasaba. Cuando volví sentí que debía sumarme a quienes pensábamos que era necesario quebrar este silenciamiento social impuesto por la dictadura, donde parecía que estaba prohibido pensar y hablar de lo que nos pasaba. Recuperar la libertad también es tarea de los psicólogos en el ámbito en donde estemos, trabajando con la comunidad”.