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14/07/2015 - Fútbol mundial

Rusia Mundial 2018: obras muy avanzadas

A tres años del Mundial de Rusia 2018, cuya final se disputará el 15 de julio de ese año en Moscú, los preparativos en los estadios van a buen ritmo, situación muy diferente a los problemas y retrasos que acumularon los de Brasil-2014, que hicieron sufrir de nervios en la FIFA.

"Vamos adelantados en nuestro calendario", dice con orgullo, casco en la cabeza, Marat Khousnullin, responsable de desarrollo urbano y construccion en el gobierno municipal de Moscú, delante del césped del célebre estadio Luzhniki, donde se disputará la final del Mundial.

El Luzhniki, estadio olímpico en 1980 con su gran estatua de Lenin, está en reconstrucción. El presupuesto es de 350 millones de euros y el objetivo elevar a 81.000 espectadores la capacidad, con un final de obra estimado para diciembre de 2016.

Para cumplir esa agenda, los ritmos son infernales, "con 4.000 personas que trabajan en turnos de 12 horas, todo el día, lo que supone 2.000 presentes en todo momento en el lugar", explica Khousnullin.

En el estadio Luzhniki se jugó ya un gran partido de interés mundial, la final de la Liga de Campeones europea de 2008 entre los ingleses Manchester United y Chelsea, que se decidió por penales para los "Red Devils". En el Mundial, ademas de la final, allí se disputarán el partido de apertura (14 de junio de 2018) y la segunda semifinal (11 de julio).

No todos los estadios están sin embargo tan avanzados como el de la capital. En Nijni Novgorod, a 425 kilómetros al noreste de Moscú, el futuro recinto que debe acoger a 45.430 espectadores, apenas está empezado y se espera que esté terminado para septiembre de 2017.

En Ekaterimburgo, el estadio de los años '50 empezó a ser renovado y se acabarán las refacciones en diciembre de 2017.

En Kazán, el estadio terminado en 2013 es muy moderno e incluso se ha permitido el lujo de convertirse en dos piscinas para acoger en julio y agosto el Mundial de natación.

El presupuesto del Mundial se redujo en casi 490 millones de euros, pero "la construcción y renovación de los estadios no se verán afectadas por esa reducción de los gastos", insistió el ministro de Deportes, Vitali Mutko. Los recortes presupuestarios afectarían sobre todo a "capacidades hoteleras excesivas".