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31/05/2015 - NOA

El principal desafío de la región es dar valor agregado a nuestros productos

El noroeste argentino es una región que cuenta entre sus principales patrimonios - además de los recursos turísticos- con una enorme heterogeneidad productiva, ambiental, climática, cultural.

 El NOA es una de las regiones más variadas del país. Sólo basta con nombrar la papa, el maíz, el tabaco, la caña de azúcar, el citrus, la uva, la quinua, el arándano, la frutilla. Se trata de una variedad muy rica en materia de producción; en ese contexto hay que poner a la quinua.

Con motivo del Congreso Mundial de la Quinua y el II Simposio Internacional de Granos Andinos realizados en Jujuy, muchos referentes de la actividad agrícola y productiva llegaron a nuestra ciudad. El ministro de la Producción de Tucumán, Jorge Feijó, brindó a nuestro medio su parecer sobre el tema.

“Creo que esa diversidad la tenemos que cuidar y potenciar y la forma de hacerlo es estimulando el agregado de valor en origen de todos estos productos. Todo nos queda lejos. Los puertos para el mercado externo nos quedan a 1500 kilómetros y los grandes mercados de consumo del mercado interno, que son la provincia de Buenos Aires y el sur de Santa Fe, a otros 1500 kilómetros. Nosotrostenemos que transportar productos  elaborados y el mercado paga el trabajo en la elaboración de los productos, en los procesos industriales sobre los productos, de manera que queremos que el trabajo se pague para trabajadores, productores industriales, emprendedores del noroeste argentino”, fue la primera reflexión que dejó el funcionario.

Feijó consideró que el principal desafío de la región es estimular productos y el agregado de valor en esos productos “y también idoneidad y competencia para analizar cuál es la tendencia en los mercados, ya sea interno o externo, para que la colocación de nuestra producción sea compensatoria a los productores  industriales y emprendedores de la región. Creo que estos son los desafíos que tenemos en esto”. 

En su conversación con Jujuy al Momento comentó la experiencia tucumana que es muy reciente en la materia. En esa provincia comenzaron hace tres años en la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, con asistencia técnica a los primeros productores de Amaicha del Valle, Tafí del Valle y también en el sur de la provincia. “Queremos hacerlo con asistencia no solamente para crecer en superficie de siembra sino también crecer en valor agregado y crecer en mercados”, explicó.

Algunos productores dicen que al entrar en crisis los cultivos tradicionales, se están volcando masivamente a los cultivos andinos que están en auge a nivel mundial. En ese sentido, Feijó dijo que hay que aprovechar esas tendencias para presentarse en los mercados con calidad,  con productos certificados, con agregado de valor, con inteligencia comercial, con mayor información a los productores para que sepan cómo se mueven esos mercados, qué variedades están creciendo y cuáles retroceden. 

“Creo que tenemos una gran responsabilidad desde los ámbitos públicos para alentar la producción, alentar el proceso industrial y también las opciones de inversión de nuestros productores, porque cada hectárea nueva de cualquier producto, son recursos materiales y trabajo que se invierte”, sostuvo.

Haciendo un análisis de la situación actual que viven las economías regionales en el noroeste del país, ministro de la Producción de Tucumán dijo que hay momentos y que por estos días la dinámica de los mercados es muy grande. 

“No hay seguridades o no hay estados de situación que duren más de un año o dos años. La dinámica de los mercados globales nos exige tener una capacidad de respuesta de readaptación, de diversificación y complementación productiva de cada fundo, de cada predio que hay que manejar con inteligencia, con información  y con capacidad de análisis. Yo creo que hay una oportunidad para estos productos andinos; hay una oportunidad para la economía regional y hay algo que es muy importante para la región: todas nuestras actividades son de carácter intensivo y por eso las tenemos que cuidar. Se requiere mucha mano de obra, son empleo para las familias rurales, para muchos trabajadores. Las economías regionales tienen una alta significación en todos nuestros pueblos. Las economías regionales, las producciones andinas, son la línea de flotación de muchos pueblos. Por eso tenemos que cuidarlas, pensar muy bien cómo las desarrollamos y las presentamos en los mercados. Este es uno de los grandes desafíos”, concluyó Jorge Feijó.