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AMPLIARBachelet se encamina a tomar juramento a nuevo gabinete, ayer en La Moneda

Bachelet cambia ministros para entrar en "nueva fase" de su gobierno

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, aseguró hoy que con los nueve cambios introducidos en su gabinete ministerial comienza "una nueva fase" de su Gobierno para la que era indispensable contar con "nuevos rostros".

Las remociones en Interior y Hacienda fueron las principales novedades, y las más sentidas por la Jefa de Estado. Rodrigo Peñailillo (considerado su delfín) y Alberto Arenas fueron sus jóvenes apuestas para realizar el programa transformador de su segundo gobierno que se inició el 11 de marzo del año pasado.

La mandataria debió remover a Peñailillo de Interior al estar involucrado en la emisión de facturas ideológicamente falsas por trabajos no realizados al operador político Giorgio Martelli. Este último fue demandado hoy por Impuestos Internos por evasión tributaria. Peñailillo encabezó la reforma electoral que puso fin al sistema electoral heredado de la dictadura y que fuera aprobado por el Parlamento en enero pasado.

Arenas lideró la reforma tributaria que lo enemistó con el empresariado, la derecha y algunos sectores del oficialismo pero que le permitirá al gobierno recaudar 8.200 millones de dólares anuales para financiar otra emblemática reforma: educacional.

Las dos principales figuras fueron reemplazadas por el demócrata cristiano Jorge Burgos, quien pasó del Ministerio de Defensa a Interior, y en Hacienda fue designado el presidente del BancoEstado, Rodrigo Vergara, destacado por su perfil técnico. También fueron depuestos Fernanda Villegas de Desarrollo Social, Claudia Barattini de Cultura y Alvaro Elizalde, el ministro portavoz de la secretaría general de Gobierno.

A estas carteras llegaron el actual subsecretario de Previsión Social, Marcos Barraza, del Partido Comunista; el independiente Ernesto Ottone y el embajador en Argentina, Marcelo Díaz (socialista), respectivamente. En la secretaria de la Presidencia asumió el ex diputado Jorge Insunza, del Partido Por la Democracia. Los restantes cambios fueron enroques: Ximena Rincón salió del ministerio de la Presidencia a Trabajo; José Antonio Gómez de Justicia a Defensa; y Javiera Blanco, del Trabajo a Justicia.

Para la socióloga Marta Lagos, "éste es un gabinete mas político que el anterior; tiene muchos más años de circo en el cuerpo y con más redes en el Congreso". En diálogo con ANSA, expresó que ella no ve un cambio de fondo sino de forma, y apuesta a que las reformas continuarán.

El nuevo Ministro del Interior "es un conocido DC que no tiene rencillas con nadie, lo que es un gran punto a favor, porque es una persona muy llana a alcanzar acuerdos, ha navegado en distintos cargos y responsabilidades y lo ha hecho bien, eso es un plus muy importante lo que da buena perspectiva de futuro".

Pero, advirtió Lagos, "yo no veo a Burgos rompiendo huevos. No se puede arreglar la política sin enemistarse con alguien, y hoy se requieren cambios drásticos, que es una demanda ciudadana, y no una evolución paulatina".

Consideró también que el gabinete se movió a la izquierda "porque el PC ganó un puesto más, y eso no es un dato menor, además en una cartera significativa. Hasta hace muy poco el PC estaba casi en la clandestinidad política". El PC llegó al gobierno con este segundo mandato de Bachelet después de 41 años.

En la oposición, el presidente de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), el senador Hernán Larraín, señaló que "era demasiado evidente que el gobierno en poco más de un año no había logrado objetivos políticos de ninguna especie". "Por el contrario, dijo, el fracaso de las reformas, el creciente rechazo ciudadano, sumado a los impactos judiciales del caso Caval y otros, hacían que la situación del Gobierno fuera cada día más difícil".

Sin embargo, expuso, "esperamos que sea un giro a la moderación, y para eso cuenta con nosotros" aunque "no sabemos exactamente cuál va a ser la filosofía que va a regir en esta nueva etapa del Gobierno". El diputado del también opositor partido Renovación Nacional (RN), Cristián Monckeberg, opinó que "el ajuste fue importante, y por lo tanto hay un reconocimiento de que la retroexcavadora no estaba funcionando bien, que no era una buena receta ni una buena sugerencia, y que las cosas se tienen que hacer de manera distinta", aunque el gobierno tenga mayoría.