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AMPLIAREl cardenal Ricardo Ezzatti

Cardenal chileno desconoce al cuestionado obispo de Osorno

El cardenal arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (Cech), Ricardo Ezzati, no asistirá a la toma de posesión canónica del polémico obispo Juan Barros, en la diócesis de Osorno.

Barros enfrenta una fuerte oposición a su nombramiento tanto al interior de la Iglesia Católica como de la comunidad osornina, 900 kilómetros al sur de Santiago, por su vinculación con el castigado ex párroco del Bosque, Fernando Karadima, sancionado de por vida a una vida de oración y penitencia por el Vaticano por abusos sexuales y enriquecimiento ilícito.

La ceremonia se efectuará el sábado, en la catedral de la ciudad, y será el inicio de las actividades del prelado en su nuevo cargo, tras haber sido designado por el Papa Francisco, el 10 de enero.

Ezzati no es la única autoridad de la Iglesia que se excusó por no asistir "por problemas de agenda". A ella se sumó, el vicepresidente del comité episcopal, Alejandro Goic y Cristián Contreras, secretario general de la entidad. "Se trata de compromisos religiosos pactados con anterioridad”, informó la Cech.

Sí concurrirá el Nuncio Apostólico, Ivo Scapolo, a quien se le sindica como responsable de este nombramiento que puede derivar en una nueva crisis al interior de la jerarquía católica, como lo advirtió el sacerdote Alex Villegas, jefe provincial de la Congregación de los Sagrados Corazones con fuerte presencia en la comunidad de Osorno. Villegas pidió que los nombramientos fueran hechos "junto al pueblo de Dios".

Entre las autoridades civiles, el gobernador de la Provincia de Osorno, Gustavo Salvo, manifestó que "por motivos familiares este fin de semana estaré fuera de la ciudad. Lo había avisado con anterioridad".

"Como gobierno, representamos un Estado laico y respetuoso de todas las instituciones chilenas. Por lo tanto, no podemos intervenir en las nominaciones de la Iglesia. Queremos tener las mejores relaciones con el mundo religioso. No podemos intervenir, con opiniones personales ni de gobierno, que puedan ocasionar más daño a lo que está sucediendo en Osorno, porque el ambiente es agitado", argumentó.

Jaime Bertin, alcalde de la ciudad y quien hace pocos días sostuvo que "la Iglesia debería revisar este tema", tampoco concurrirá "no por esta situación, sino por motivos de agenda, por los cuales presenté oportunamente mis excusas, ya hace dos semanas, cuando me llegó la invitación".