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18/03/2015 - Rencacer

Un comedor donde se renuevan esperanzas

El Comedor Renacer hace 16 años que funciona en Bella Vista. Además de proporcionar las prestaciones alimentarias, tiene diferentes actividades.

 Los lunes cuenta con una asistencia de 164 chicos y chicas que participan de las propuestas recreativas, que incluyen deportes, música y en el marco de los Talleres de Verano pasado, tuvieron pileta. El resto de la semana, concurren 80 niños.

 La institución forma parte del proceso de transformación de los comedores en Centros de Cuidados y Desarrollo Infantil 

María Esther es una de las encargadas del comedor y una de las fundadoras de la iniciativa. 

“El comedor se llama Renacer porque nos pareció un lindo nombre, en aquellos años significaba para nosotros renacer la esperanza”, expresó María Esther.

 Recordó los difíciles momentos del principio: “Comenzamos con donaciones y haciendo loterías.En ese entonces, el diputado Herrera  nos proveía las verduras y mercaderías y con la lotería que hacíamos comprábamos la carne y otras cositas que necesitamos”. 

“Actualmente tenemos 164 chicos los días lunes con las actividades que tenemos y después tenemos 80 chicos”, expresó.

 María Esther explicó que cuentan con un registro de asistencia. “Lo usamos para tener un control; cuando un niño no asiste, una de las mamás se encarga de preguntar por qué no fue el niño”.

 En tanto, María Elena, una de las cocineras, contó que está en el comedor desde sus inicios. “Primero ayudaba a acomodar el comedor, después me incorporé en la cocina y terminé cocinando. A las 9.30 llego al comedor y con las mamás que llegan nos ponemos a cocinar, tomar mates”, expresó.  El menú del comedor consiste en empanadas, pizzas, ñoquis, humitas, locros, arroz con pollo, guiso, milanesas, quipe con arroz, etcétera. “Después de cocinar, nos reunimos y decidimos el menú del otro día”, explicó.

 Las mujeres aclararon que la institución se transformó para dejar de ser un comedor. “Ahora es un centro de Cuidado y Desarrollo Infantil”; afirmaron con orgullo. 

“Eso significa no solo darles de comer, sino compartir actividades con los chicos y brindarles contención”, dijo María Esther. “A veces los padres no pueden estar con ellos y nosotros lo hacemos”, agregó.  La institución atiende a niños de 2 a 15 años. 

Una de las mamás, que tiene diez hijos, rescató que gracias al comedor, sus hijos tienen comida al mediodía y a la noche. 

Destacaron también el refrigerio que les proveyó el Ministerio durante los Talleres de Verano. “A los chicos les gustó mucho el cereal y el flan”. 

Consultadas sobre si los varones de la comunidad colaboran con el comedor, afirmaron qe realizaron entre otras cosas, tareas de control y cuidados de los chicos.  Destacaron además, la colaboración permanente del  Ministerio de Desarrollo Social para el sostenimiento de las actividades. 

“Los chicos se desesperan por venir, aquí comparten cosas, se sienten acompañados”, aseguró María Elena.