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Advertencia sobre predicciones fallidas de economistas con el objetivo de "orientar expectativas"

Un trabajo elaborado por el Grupo de Estudios de la Economía Nacional y Popular (Geenap) advierte que las proyecciones de un importante número de economistas, consultoras y dirigentes de la oposición buscan "orientar expectativas y generar profecías autocumplidas".

En ese marco, el análisis elaborado por la economista Aixa Ratta pone como ejemplo lo que sucedió con las reservas internacionales a lo largo 2014, que el algunos casos llegaron a pronosticar que iban a cerrar en torno a los 20.000 millones de dólares, y lo concreto es que finalizaron el año por encima de 31.400 millones de dólares en función a las políticas económicas propiciadas por el Gobierno.

Entre otros ejemplos, citan un infome elaborado por Andrés Azicri, director de la consultora Elypsis -de Levy Yeyati- que en enero de 2014 sostuvo que las reservas “en el año van a bajar 5000 millones de dólares" y diciembre iba a cerrar "25 mil millones de dólares".

Ratta subraya que "a diferencia de lo que los economistas del establishment planteaban, al fin de año las reservas terminaron en U$S 31.433 millones" y que "de esta forma, diciembre terminó con un saldo positivo, superior a los U$S 2.500 millones, mostrando que en la actualidad se ha logrado un nivel de reservas que supera en 2,7% a la cifra de principio de año".

La economista remarcó que "el fortalecimiento de las reservas internacionales en diciembre por 1.300 millones de dólares se pudo dar a raíz del ingreso de divisas por parte de las empresas telefónicas por la adjudicación de bandas 3G y 4G, una mayor restricción de las autorizaciones de compra de divisas que otorga a los importadores, y la activación de los tres primeros tramos del swap con China (que le aportaron otros 2.300 millones de dólares)".

"Otra medida que contribuyó fuertemente a la reducción de la merma de dólares, conocida como fuga de capitales, fueron los mayores controles en el sistema financiero y cambiario aplicado por la nueva autoridad del Banco Central, Alejandro Vanoli", agregó el informe.

En tal sentido sostuvo que el "trabajo conjunto" del BCRA, la AFIP, la CNV, la UIF y la PROCELAC también ayudó a fortalecer los controles de la legalidad de los procedimientos de las entidades y cuevas financieras.

Afirmaron que las medidas tomadas por Vanoli impulsaron "un cambio de rumbo en el mercado cambiario tendiente a desincentivar la compra de dólares" y que una de ellas fue "aumentar las tasas de interés de los plazos fijos tornando más atractivo el ahorro en moneda nacional".

Entre las objecciones formuladas a estas medidas, la economista del GEENAP recordó las palabras de Aldo Pignanelli -uno de los referentes económicos del Frente Renovador- quien sostuvo que "el yuan es una moneda que no tiene inserción internacional. Ni siquiera se puede contabilizar como reserva. No es que van a ingresar dólares a la Argentina, sino productos que vamos a tener que pagar".

Por su parte, Martín Redrado, ex titular del BCRA, que inició el acuerdo swap con China en 2009, dijo que "para que una operación de este tipo permita incrementar el stock de reservas y tenga un impacto concreto en las arcas del Banco Central, debería realizarse una operación financiera para hacerlos convertibles. Es decir, que permita transformar yuanes por moneda de reserva en el mercado internacional, dado que el yuan es una moneda inconvertible a nivel global y, por lo tanto, no puede ser contabilizada como reserva".

"Dada la coyuntura en la que está la Argentina en su conflicto con los fondos buitre, deberían tomarse los máximos recaudos legales si la plaza elegida fuera la de Nueva York. No será sencillo conseguir divisas a cambio de yuanes", agregó en esa oportunidad Redrado.

El informe del GEENAP, a modo de contrapunto, sostiene que "los yuanes pueden convertirse, en forma regulada y limitada, en dólares, euros u otra moneda en plazas financieras internacionales como Hong Kong, Londres, Moscú o Singapur", a lo que agrega que "hoy es posible que los yuanes recibidos del swap con China sean cambiados por alguna moneda de reserva en los mercados donde ya cotiza".

En Argentina, los yuanes ya están siendo utilizados por varios bancos privados localizados en Argentina como HSBC y ICBC para realizar operaciones comerciales en vez de usar dólares o euros y llevar a cabo transacciones entre importadores y exportadores de nuestro país y China.

Ratta destacó además que "el acuerdo de swap entre Argentina y China es implementado por el país asiático también con varios países de Asia, Latinoamérica y Europa".

China suscribió acuerdos de swap de divisas con veinticuatro bancos centrales, por un importe total aproximado de 2,6 billones de yuanes.

Incluso, hasta el 8 de octubre de 2013, el Banco Popular de China había firmado con la Unión Europea un acuerdo bilateral de swap de divisas por un máximo de 45.000 millones de euros (56.500 millones de dólares o 350.000 millones de yuanes).

A estos convenios se suman otros con Indonesia por 16.100 millones de dólares; con Ucrania, por 2400 millones de dólares; con Australia, por 32.300 millones de dólares y con Corea del Sur, por 58.100 millones de dólares, entre otros países.

Ratta también refuta la afirmación de Pignanelli respecto a que el acuerdo se cae si el país entra en default.

La especialista recuerda que el swap firmado con China "incluye la cláusula cross-default", que es fundamental frente al litigio que tiene actualmente Argentina con los fondos buitres que le impide pagarle a sus acreedores.