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AMPLIARLagarde y Bachelet, en Santiago el sabado

Temen que no disminuya la desigualdad en Latinoamérica

Mercados laborales informales, baja productividad, poca participación de las mujeres en el trabajo, nuevas demandas de las clases emergentes ponen en duda que América Latina continué reduciendo la desigualdad observada en los últimos años.

Así quedó de manifiesto en el panel sobre Desigualdad en América Latina durante la Conferencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluyó el sabado pasado en Santiago de Chile y que se ha centrado en los "Desafíos para asegurar el crecimiento y una prosperidad compartida en la región".

Los expositores coincidieron en que la buena noticia de la reducción de la desigualdad no debe ocultar que la región sigue siendo la franja más desigual del mundo. Santiago Levy, del Banco Interamericano de Desarrollo , destacó el altísimo nivel de informalidad de los mercados laborales en América Latina (55%), encabezados por México, Colombia y Perú. "La informalidad es la normalidad" en la región y aclaró que no sólo es laboral sino también empresarial, sobre todo en empresas chicas de 4 o 5 trabajadores con poca calificación y donde tampoco hay oportunidades de capacitación.

A juicio de Levy, la baja productividad de la región está muy ligada a la informalidad.

Winnie Byanyima, directora de la agencia de cooperación Oxfam, planteó que la desigualdad no sólo es dañina para el crecimiento económico sino que menoscaba la democracia. "La desigualdad se relaciona con la descomposición social" y expuso que estudios han demostrado que el Gasto Público en salud y educación tiene que continuar, como también las pensiones públicas y los tributos progresivos que graven en forma justa y no terminen los pobres pagando proporcionalmente más que los ricos.

El asesor de la Presidencia de Brasil, Ricardo Paes de Barros, contó como en los últimos 10 años fueron sumando a la mayoría de los trabajadores brasileños al tren del progreso. "Aunque estamos conscientes que el vagón del primer decil aún no se incorpora y sólo le llegan las transferencias monetarias pero no está incorporado al aparato productivo", detalló.

Para Paes de Barros, hay un doble desafío "aumentar la productividad para que se mueva la locomotora con todos sus vagones. Pero el otro desafío es que el 5% más pobre, jóvenes que no están trabajando a los 20 años, tampoco a los 30, se van a convertir en pobreza dura".

Recordó que el 10 por ciento de la población brasileña es analfabeta, que se compara con igual porcentaje del sector más rico que tiene los más altos niveles de educación. "Necesitamos que el sector innovador piense en una fórmula de avanzada que incorpore a todos los sectores", añadió.

Juan Cristóbal Beytía, capellán de la ONG Un Techo para Chile, compartió que la desigualdad en la región se arrastra desde sus orígenes y "hemos pasado de una segregación histórica a una segregación espacial, donde no se generan vínculos".

    Además, anotó, "nuestro sistema económico ha vinculado los bienes sociales a la capacidad de pago de las personas", Alejandro Foxley, ex ministro de Hacienda de Chile (1990-1994) y ex senador, apuntó a la baja participación de las mujeres latinoamericanas en la fuerza laboral (25%), a la brecha de productividad entre grandes y pequeñas empresas, la expansión de la matrícula universitaria que se ha triplicado pero que al salir de la Universidad no encuentra empleo de calidad.

"Aquí hay un desajuste", reflexionó. "América Latina creció muy rápido, permitió reducir la pobreza y surgió una clase media que no quiere volver a ser pobre y quiere disfrutar de los nuevos bienes, pasa comprando en el mall, se sobreendeuda. Este sector en nuestros países tiene un enorme poder y si se vuelven contra los gobiernos, estos no tienen espacio para responder". 

Foxley fue tajante en plantear que "hay que terminar con una cosa ideológica de separar crecimiento con igualdad de crecimiento productivo. La inclusión social y la productividad van unidas”.

Levy coincidió en que "son un mismo tema" y sostuvo que Latinoamérica ha construido en 30 años "Estados de bienestar tropicales", una mezcla incongruente donde algunos trabajadores que trabajan en mercados formales tienen buenos salarios y otros que están en mercados informales que no reciben beneficios.

Para el representante del BID se trata de mercados informales con políticas sociales incongruentes. Paes de Barros replicó que en Brasil la formalidad laboral en los últimos años es muy alta y la productividad está estancada. "Hay 150 políticas para aumentar la productividad y sigue igual" aunque admitió que el sistema de transferencias sociales "necesita muchos ajustes para evitar incentivos perversos".

Byanyima indicó que los Estados necesitan recursos y se pronunció por el control de la evasión fiscal que en esta región es muy alta. "México es considerado un paraíso fiscal, la evasión tributaria en Guatemala llega al 70%. Hay una excelente oportunidad para recaudar impuestos" y anunció que Oxfam está llamando a una Cumbre Global sobre Impuestos. Levy concluyó que "América Latina tiene profundas debilidades y una de ellas es una baja tasa de ahorro. Si se vienen años complicados, la reacción de algunos gobiernos puede ser aumentar programas sociales. No propongo desmantelarlos, pero sí van a requerir algunas reformas", pues "las presiones políticas van a ser enormes en un contexto de bajo crecimiento económico".