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04/12/2014 - Salud

La insatisfacción corporal crece junto al dietismo, los trastornos alimentarios y la obesidad

“No permitas que cada gramo o curva condicione tu vida, apagá el discurso dietante”. Esta fue la consigna propuesta por la doctora Mónica Katz, en la última edición de su tradicional Evento No Dieta. Más de 350 personas se acercaron el sábado 29 de noviembre hasta el Salguero Plaza, en el barrio de Palermo, para sumarse al Movimiento No Dieta que todos los años se autoconvoca en la capital porteña, proponiendo alcanzar un cuerpo cómodo y sano sin privarse del placer primario del alimento.

 “Somos mucho más que un cuerpo”, fue el lema por el cual Katz apostó este año.“Somos bombardeados por imágenes que nos dicen cómo debemos ser y presentan estándares de belleza inalcanzables. La exposición permanente a eso altera nuestra percepción de la realidad. De hecho, una de las principales causas de insatisfacción y malestar corporal es la discrepancia entre el ideal y la imagen percibida de uno mismo”, señaló la especialista durante su conferencia.

En la charla, la Dra. Katz puso de relieve conceptos como autoestima e imagen corporal y destacó que “la autoestima es el más poderoso predictor de satisfacción corporal, más que el nivel de grasa del organismo. El problema no es tu cuerpo. ¡El problema es lo que pensás de él y, sobre todo, de vos!”, aseguró. La experta en nutrición se explayó sobre la evidencia científica que respalda su enfoque no restrictivo sobre la alimentación y brindó consejos prácticos para llevar un estilo de vida No Dieta, aportando claves para afianzar la autoestima corporal: “Realizá comentarios positivos acerca de tu cuerpo y el de los otros; no discrimines a otros por su tamaño; rechazá verbalmente la idea del cuerpo perfecto; demostrá respeto por tu cuerpo y el de los demás; desafiá las imágenes de los medios; valorá tu cuerpo por lo que te da cada día; pensá en aquello que admiras de tus amigas”.

Con el fin de fomentar la participación y el intercambio de la audiencia, en esta edición del evento la doctora Katz incorporó algunos elementos innovadores como un sistema de pulsadores que le permitió arrojar estadísticas en vivo, coordinando una encuesta que formó parte de su presentación; y un espacio de “Estaciones saludables” coordinadas por profesionales del equipo de la Dra. Katz, que invitaron a la reflexión sobre el propio cuerpo, la autoestima y la imagen corporal.

Resultados in situ: Sorpresas y Confirmaciones
Para la mayoría del público (40%) el aspecto de su cuerpo que más le disgusta es la panza, seguido por las piernas (22%) y el peso (15%). Y que casi el 57% (225 personas) de quienes respondieron a la pregunta “¿Manifestás insatisfacción corporal frente a tus hijos?”, dijo que sí.

“Lo que pensemos sobre la imagen o el cuerpo de los niños impacta sobre su autoestima. Las chicas no deciden odiar sus cuerpos, ¡se lo enseñamos!”, reflexionó Katz frente a este dato, y aclaró que la madre y/o la abuela son los principales modelos de mujer a seguir. Consultados sobre quién cree que influyó más en su malestar corporal, 40% de quienes participaron de la encuesta responsabilizaron a los medios de comunicación; 18% a sus madres y/o abuelas; y 13% a sus familiares. Y a la hora de mencionar qué estrategias usan frecuentemente para manejar su peso, el 50% dijo que hace dietas extremas o realiza ejercicio excesivo. Además, casi el 80% reconoció que realiza algún método de chequeo corporal como mirarse frecuentemente al espejo, tocarse la panza o pesarse.

“La insatisfacción corporal crece junto al dietismo, los trastornos alimentarios, la obesidad y las cirugías plásticas. Se trata de violencia simbólica de género. Están matándonos, pero con nuestro ‘ingenuo consentimiento’”, denunció Katz.

Para poner en práctica los contenidos ofrecidos en la disertación de experta en nutrición, el público pudo participar de un “espacio de intercambio” con estaciones saludables.

“Lo que pude percibir en el taller no difiere de la realidad clínica del día a día: mujeres dietantes con sensación de descontrol, sentido de autoeficacia disminuido y con ‘mitos’ arraigados del estilo ‘soy adicta’, ‘si lo pruebo, no paro’", describe la Lic. Lidia Biagioni, quien estuvo a cargo de la estación saludable “Monólogos cómplices (¿qué me digo para seguir comiendo?”). Y agrega: “Para muchas fue la primera vez que refutaron un pensamiento automático/monólogo cómplice; ¡el ‘ma si’ y ‘me lo merezco’ estuvieron entre los top ten! Fue genial, se iban con ganas de cambiar, de aprender. Tenían una respuesta a la frustración”.

Originalmente, la estación coordinada por Biagioni iba a trabajar con grupos sucesivos de 10 o 15 personas en un taller que duraría unos de 10 minutos. Había fichas y lapiceras para que cada participante anotara su monólogo “cómplice” y también el monólogo “útil”. “La cantidad fue ampliamente superada por la demanda, así que flexibilizamos: los primeros tres grupos rondaron las 40 personas y la técnica usada  fue sobre todo el roll playing, que permitió rápidamente identificar patrones de pensamiento en un ambiente distendido”,indica la especialista.

Para la médica nutricionista Vanesa Anger, quien estuvo a cargo de la estación saludable “Laboratorio del gusto”, “lo que sucedió el sábado fue fantástico. No hubo una persona que no se fuera con una enseñanza de que estaba comiendo mal y con un aprendizaje de cómo modificar la conducta”. El objetivo del taller coordinado por Anger fue que la gente pueda tener en cuenta el impacto de los sentidos a la hora de comer para, entre otras cosas, ingerir porciones más chicas. A grupos de 15 o 20 personas se les ofreció un bombón y se les pidió que lo descubrieran primero con la vista, después desde el oído (por el sonido del papel que lo envolvía, por ejemplo), luego desde el olfato y, por último, a partir del gusto. “Les pedimos que eso lo correlacionaran con sus ganas de comerlo y el hambre de ese momento”, cuenta la experta.

En un segundo momento se aplicó una técnica especial olfato-gustativa, cuyo resultado sorprendió a todos. “La gran mayoría se fue con la mitad del bombón en la mano o lo guardaban”, dice Anger orgullosa. “La gente estaba ávida por conocer otra perspectiva de tratamiento”, sintetizó.

“El evento estuvo espectacular, claramente un momento flow. Superó mis expectativas. Estuvo tan lindo, tan interesante y sobre todo tan útil y provechoso. Estoy muy agradecida por haber tenido la posibilidad de asistir, por todo lo que aprendí para poner en práctica, reflexionar e intentar estar mejor cada día. ¡Gracias por ayudarnos!”, expresó Sol Tabacco tras asistir del evento. Por su parte, Sabrina Alquista destacó: “La charla de la doctora me pareció excelente, brindando datos precisos, hablando desde la base científica y no sólo de su punto de vista. Me fascinó la parte donde habló de la familia-padres, ya que personalmente me sirvió muchísimo. Gracias por este evento hermoso.”

Finalmente, Katz señaló: “Si las madres somos conscientes de nuestras actitudes sobre nuestra propia imagen y la de nuestras hijas, entonces podemos ayudarlas a sentirse firmes frente a la poderosa influencia de la cultura. No existe un volumen o forma de cuerpo ‘perfecta’”. Y concluyó: “No permitas que cada gramo o curva condicione tu vida. Apagá el discurso dietante”.

  La Dra. Mónica Katz es médica especialista en nutrición y fundadora del Equipo de Trastornos Alimentarios del Hospital Durand. Es directora del Centro Dra. Katz (www.dramonicakatz.com.ar) y del sitio educativo Fat-Fit (www.fat-fit.com.ar).