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AMPLIARAtilio Borón, doctor en Ciencias Políticas e investigador del CONICET

La consolidación del escenario latinoamericano

Para Atilio Borón, doctor en Ciencias Políticas e investigador del CONICET, los resultados de las recientes elecciones en Latinoamérica marcan una continuidad política en la región. Además, analiza la estrategia de militarización de Estados Unidos y la pelea con los fondos buitre.

 Nicolás Camargo Lescano (Agencia CTyS)- 

“¿Me puede firmar el libro?”. “¿Puedo sacarme una foto con usted?”. Más que la ponencia de un doctor en Ciencias Políticas, parecía la conferencia de una celebridad. La gente no tardó en agolparse alrededor de Atilio Borón quien, sin perder la sonrisa, repartió autógrafos y posó para los celulares. 

Reconocido académico e investigador superior del CONICET, Borón fue invitado para inaugurar las V Jornadas de Historia Regional de La Matanza, realizadas en la UNLaM. Allí, con su particular estilo, trazó un agudo análisis sobre la realidad política y económica de la región y del mundo.

“La forma en que se organiza el sistema internacional es la típica de un imperio, con un gran centro poderosísimo y un conjunto de países que tienen diversos lazos de sometimiento y sumisión a ese centro imperial”, remarcó, además de señalar la creciente política de militarización llevada a cabo por los Estados Unidos.

Luego de la disertación, Borón brindó una entrevista a la Agencia CTyS, donde puso bajo la lupa las recientes elecciones en Latinoamérica y la pelea con los fondos buitre.

Teniendo en cuenta el ajustado triunfo de Dilma Rousseff en Brasil, de Evo Morales en Bolivia y de la ventaja de Tabaré Vásquez ante el balotaje con Luis Lacalle Pou, ¿cuál es el escenario político que se abre en la región?

No es que se abre un nuevo escenario, sino que se consolida el actual. El nuevo escenario se hubiera producido si hubiera ganado Aécio Neves en Brasil o si hubiera sido derrotado el Frente Amplio Progresista en Uruguay. Este escenario que se consolida es muy importante: son cuatro años más del PT en Brasil. Creo que eso alienta de alguna manera las perspectivas de una continuidad de las políticas en la Argentina, en el sentido de que si hubiera ganado Aécio Neves las chances de la oposición anti K se habrían acrecentado enormemente. Al haber ganado Dilma, esa posibilidad ha disminuido. Esto explica cierta agresividad en notas, columnas de opinión y editoriales de las últimas semanas con una furia realmente sorprendente. Pero es porque se ha consolidado ese escenario y, para mucha gente, eso es inadmisible. 

¿A qué atribuye esta poca diferencia en los votos para Dilma y Aécio Neves?

Creo que hay un elemento importante y es que el gobierno de Dilma, con todas las cosas buenas que ha hecho, no ha sido un gobierno que hubiera tenido la capacidad para organizar una fuerza política. Confió demasiado en que, al incentivar el consumo de los sectores populares, bastaría para que la gente le retribuyera con su voto. El PT fue desarticulado como fuerza y partido político en los últimos años, un gravísimo error de los gobiernos de Lula y Dilma. En situaciones límite como esta, donde hay una ofensiva muy fuerte de la derecha, el gobierno se dio cuenta de que no tenía control de los medios ni había sacado una ley de comunicación. No tiene una televisión pública ni hay una prensa alternativa como sucede en Argentina. Todo eso hizo que el gobierno pudiera ganar las elecciones con un margen muy pequeño y dando lugar a una consolidación al voto de la derecha que puede llegar a ser un gran obstáculo en el futuro.

En su ponencia hablaba de la política de militarización de Estados Unidos y de que Latinoamérica sea tema de agenda doméstica de este país. ¿Qué implicancias tienen estos dos factores?

Tienen una enorme importancia. La militarización y las bases militares en América Latina lo que hacen es fortalecer la animosidad de la derecha, que se ve cada vez menos tentada a jugar con las reglas del juego de la democracia y sí más tentada a intentar caminos de “golpe blando” o “golpe institucional”, de no violencia estratégica, según modelos de teóricos de la derecha estadounidenses. Todo esto refuerza la idea de (Rafael) Correa, el presidente de Ecuador, de que estamos ante una ofensiva de restauración conservadora en América Latina. Si esa ofensiva no llega a prosperar es porque hay una resistencia muy fuerte de los pueblos. Pero tampoco es para confiarse, porque en cualquier momento esta gente puede dar un golpe, como lo hicieron en Honduras o Paraguay.

En una entrevista que le brindó a la Agencia CTyS el año pasado, afirmaba que la Argentina tiene una democracia pendiente y condicionada por el juegos de los mercados. Cuánta importancia tiene este análisis, hoy, ante la pelea con los Fondos Buitre…

Sí, porque parte de las asignaturas pendientes que tiene hasta ahora el kirchnerismo es haber tratado de controlar más eficazmente las operaciones especulativas de los mercados. Acá hubo una fuga de divisas impresionante: las reservas del Banco Mundial cayeron de 47 a 27 mil millones de dólares. No ha habido una política de regulaciones sólidas del mercado financiero. Todavía tenemos la ley de entidades financieras, de José Martínez de Hoz. Ese es un gravísimo error. Debería haberse derogado esa ley y haberse creado una nueva ley de servicios bancarios y financieros que impidieran la fuga de capitales. Por otro lado, está el tema del comercio exterior y los enormes ingresos. En promedio, hemos estado exportando 75 millones de dólares, que fueron a parar a los bolsillos de los exportadores privados y que no entraron al Estado. Todo el tema del control sobre el dólar y el dólar blue tiene que ver con que no hay dólares. El gobierno tiene que diseñar una política que le permita captar esos dólares del comercio internacional y no que lo capten los privados.

Atilio Borón es doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Además, es investigador Superior del CONICET. Ha publicadoEstado, capitalismo y democracia en América Latina (1991), Imperio & Imperialismo. Una lectura crítica de Michael Hardt y Antonio Negri (2002), Consolidando la explotación. La academia y el Banco Mundial contra el pensamiento crítico (2008) y América Latina en la Geopolítica del Imperialismo (2012), entre otros títulos.