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AMPLIARAtlético perdió de local

El "Globo" le pinchó el idem al decano

Con una imagen pobre ayer Atlético Tucumán instaló el huuuuummm en las tribunas. Perdió por 2 a 1 y merecidamente con Huracán. Quejas, dudas y broncas trajeron los dos goles de Ábila que terminaron opacando el golazo del Pulguita. Expulsado Mancinelli.

Si , las dudas y la desconfianza en el equipo ya se instalaron entre lo seguidores del deca. No es para menos , a Rivoira se le volvió a “escapar la  tortuga”

Huracán llegaba muy golpeado a este compromiso, Atlético tenía la “ventaja” de jugar en su casa, ante su público y además el Pulguita lo puso en ventaja al minuto de iniciarse el juego. Todo a pedir de Rivoira y su gente. Pero el “Chulo” se equivocó y su planteo fue desbordado por el entusiasmo que pusieron los de Parque Patricios, que por momentos eran dueños absolutos del partido y del ánimo que imperaba en el cancha.. No así su rival que con David Valdéz muy retrasado ( lo quemó el técnico”). Jiménez delante casi siempre de su línea  defensiva e Imbert corriendo a todos. Esa era la realidad del equipo después del golazo (“ayudado” por el resbalón de Giordano) de tiro libre del único que la tiene clara en el equipo: Luis Miguel Rodríguez.

Estaba todo a favor del local para ganar este partido. No supo y los jugadores se dedicaron a cumplir las órdenes del técnico que no acertó nada. Ni el planteamiento, ni la ventaja y ni siquiera cuando Huracán retrocedió unos metros al quedarse con diez hombres. El globito no se desordenó en ningún momento, corrieron mucho y con sentido y metieron en apuros a Calviño que respondió siempre bien. Äbila, Espinosa y Martínez junto a Domínguez se las ingeniaron para poner en aprietos al local o desbaratar  tibios intentos ofensivos de este.

Äbila el corpulento delantero del “Globo” se divirtió tanto que hasta se dio el lujo de ejecutar un penal con suficiencia para que lo ataje el arquero decano. Por eso los rumores de desconcierto de los hinchas que con mucha bronca ya no quieren perdonar más al técnico ídolo   que dirige el equipo.

Cuando en el arranque del campeonato Atlético Tucumán ganaba decíamos (ver archivos) que era preocupante que siempre la figura era Luchetti. El equipo , que tenía en rendimientos superlativos al “Laucha” , además metía goles. Dejó de ligar y comenzaron las dudas en el técnico que ya realizó y probó con muchos nombres y variadas tácticas . Todo sigue igual: desorden más desorden y pocas ideas individuales  y colectivas.

Atlético Tucumán perdió merecidamente con Huracán que terminó con diez hombres por la expulsión de Mancinelli.

Héctor Rivoira, muy buen técnico, deberá replantearse muchas cosas. Porque tantas modificaciones entre los titulares, los distintos planteos tácticos y la mezquindad con la que quiere cuidar el ascenso, por ahora logrado, lo están perjudicando.

Daniel A. Villalba
villalbadaniel07@mail.com