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AMPLIARReducen la desigualdad vía la educación y la salud

Brasil avanza en la reducción de la desigualdad

Mientras la desigualdad entre ricos y pobres se ha ampliado en la mayor parte del planeta, en Brasil ha ocurrido lo contrario, aunque el país sigue estando entre los más desiguales del mundo. Así lo revela un informe publicado este miércoles (29) por la organización no gubernamental Oxfam Internacional, que desarrolla campañas de combate contra la pobreza en todo el mundo.

La ONG tiene ganado prestigio porque sus informes ayuda a combatir la pobreza en todo el mundo. 

"Brasil está entre los pocos países que han tenido éxito en la disminución de la diferencia entre los más ricos y los más pobres", dijo a Agência Brasil el director de Oxfam en Brasil, Simon Ticehurst. Según él, entre los países de que conforman los BRICS [Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica], "Brasil es el único que se muestra capaz de reducir la desigualdad. Asimismo, dentro del G20, es el país que ha tenido mayor éxito en cumplir con ese objetivo, al lado de México y Corea del Sur, que, a pesar de los avances, figuran en un nivel inferior a Brasil".

Para Ticehurst, entre los factores que favorecen al país están los programas de transferencias de renta, como el Bolsa Familia, una iniciativa que incluso ha sido adoptada por otros países, recordó. Además, al promover un "aumento constante y ligeramente por encima de la inflación” del salario mínimo, Brasil protege a los sectores más bajos de la economía. Según él, el salario mínimo nacional ha crecido casi un 50% en términos reales entre 1995 y 2011, lo que contribuyó a la disminución de la pobreza y la desigualdad.

Otro punto positivo es la expansión y mejora del acceso a los servicios públicos básicos, especialmente en las áreas de educación y salud. "Invertir en servicios públicos gratuitos es esencial para reducir la distancia entre ricos y pobres. En ese sentido, cabe resaltar que privatizar la educación y la salud implica crear dificultades para la ascensión social", argumentó.

A pesar de haber mejorado la distribución de la riqueza en los últimos años, Brasil está aún entre los países más desiguales del mundo. "Todavía hay mucho que hacer", subraya Ticehurst, y recuerda que "si antes el desafío era universalizar, ahora el reto consiste en dar calidad a esos servicios".

"Sí se han producido avances en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, pero para seguir mejorando ese panorama es necesario perfeccionar las políticas sociales y los servicios básicos, sobre todo en términos de calidad. Además, es necesario revisar la política tributaria y fiscal, de manera a cambiarla a un sistema progresivo, en el cual aquellos que tienen más contribuyan más y quiénes tienen menos contribuyan menos."