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Reeditan un clásico de Blue Note con Duke Ellington, Mingus y Roach

Los legendarios Duke Ellington, Charles Mingus y Max Roach reunidos en la reedición de un clásico del sello Blue Note, y los nuevos álbumes de Coiffeur e Intrepidos Navegantes, se destacan entre las novedades discográficas de estos días.

Como parte de los festejos por los 75 años del sello de jazz Blue Note, la discográfica Universal decidió reeditar en la Argentina una serie de discos memorables de esa etiqueta, arrancando con el increíble y genial "Money Jungle", que reunió a tres gigantes de la música: Duke Ellington (piano), Charles Mingus (contrabajo) y Max Roach (batería).

El lugar es un estudio de Nueva York y la fecha el 17 de septiembre de 1962, época del hardbop y de la aparición del free.
La reunión puede parecer relativamente extraña por cuanto son músicos de generaciones distintas, ya que al momento de la grabación Ellington tenía 63 años, Mingus 40 y Roach 38, y de hecho circulan versiones de peleas en el estudio y el mismo Miles Davis dijo que siendo geniales los tres no podían tocar juntos.

Sin embargo, da la impresión de que Mingus y Roach consiguen impulsar a Ellington hacia fronteras no tan escuchadas en él, dando como resultado un disco maravilloso, con una altísima libertad para improvisar, que juega en sintonía con la época y que dejó versiones memorables.

Las composiciones del disco, que en 1963 se editó con siete temas, en 1987 con 13 y a partir de 2002 con 15, son en su totalidad de Ellington, algunas escritas especialmente para este encuentro y grabadas por primera vez aquí ("Money Jungle", "Fleurette Africane", "Very Special" y "Wig Wise") y otras muy conocidas bajo formas orquestales de Ellington como "Caravan" -la única que no le pertenece pero que él hizo famosa-, que tiene en este registro una versión en formato pequeño absolutamente asombrosa y tan genial como la más transitada de big band.

La versión de "Money Jungle" que abre el material es magistral, con los tres músicos improvisando al límite, jugando en líneas propias de endiablada creatividad y confluyendo en una pieza de densidad inflamable.

La balada "Fleurette Africana", con texturas y atmósferas oscuras asombra por la modernidad, con un imperdible trabajo de piano y contrabajo.

Si a lucimientos personales nos remitimos, los solos de piano de Ellington en "Warm Valley" y "Solitude" son notables, así como el contrabajo de Mingus en "Switch Blade", con un comienzo enloquecedor, y la imperdible e irrepetible batería de Roach en las dos versiones de "A Little Max".

El diálogo de piano y batería en este tema, lleno de dulzura, juegos y creatividad, resulta apasionante y la delicada precisión de Roach es de manual de uno de los más influyentes bateristas de la historia del jazz.

Sin equivocarse, algún crítico describió al álbum como la reunión de la más glamorosa realeza del jazz y el resultado no deja de sorprender más de 50 años después de su realización. Un disco que nadie debería dejar de escuchar.