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25/07/2014 - Disertación

Kovadloff: "Nuestra tarea primordial es infundirle significado al esfuerzo de construirnos"

La Fundación del Tucumán dio inicio a su Ciclo de Disertaciones 2014 “Políticas de Estado y Consensos Básicos para una Argentina alternativa”, en el marco del Foro de Convergencia Empresarial. La apertura estuvo a cargo del distinguido filósofo, poeta y ensayista Santiago Kovadloff, del director General Swiss Medical Group, coordinador del Foro de Convergencia Empresarial a nivel nacional y presidente del Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA), Daniel Blanco y del presidente de la Fundación del Tucumán, Jorge Ricardo Malmierca.

Con el teatro del Hotel Hilton Garden Inn Tucumán desbordado y una sala contigua repleta, Miguel Blanco aseguró que hay “una falta de opinión unificada del empresariado frente a políticas públicas, poca visibilidad ante la sociedad y hay una imagen negativa del empresario en la opinión pública”. Es por esto que, a través del Foro de Convergencia Empresarial, se busca “clarificar el rol del empresario”.

“El rol esencial e indelegable del empresario es el de crear valor, organizando ideas, trabajo y capital, de una manera eficiente. Necesitamos las condiciones necesarias para invertir que se mantenga en el tiempo, independientemente de quién gobierne. Hoy claramente esas condiciones no están presentes. El objetivo final es que nuestra propuesta tenga la mayor difusión posible y que se enriquezca con el debate público de su contenido”, expresó Blanco.
 
Finalmente, Santiago Kovadloff tomó el micrófono y aseguró que “no se trata de empezar por pedir, se trata de empezar por dar”. Según el filósofo, el empresariado argentino, a partir de la creación del Foro de Convergencia Empresarial, y la Fundación del Tucumán parte de un presupuesto indispensable que es que la primera pregunta es qué puedo dar. Para el ensayista, el empresariado argentino significa poco por la segmentación y puede significar mucho por la convergencia. “El ideal de la convergencia puede concretarse por la rentabilidad que tiene el fracaso. Ninguna vida es rica si no sabe de su propia pobreza”, enfatizó.

Kovadloff sostuvo que uno de los signos es que el empresariado decidió situarse ante la dirigencia política como un cuerpo integrado, orquestado, venciendo su incultura previa que consiste en presentarse como fragmentos. Existe la decisión de no dejar de buscar la integración, la convergencia.

“La historia de la República Argentina, desde el punto de vista político y social, es una historia en que los pocos esfuerzos que se han hecho para aunar propósitos y generar intenciones de carácter consensuado se han visto normalmente frustradas por la propensión muy marcada a ser del segmento, de la hostilidad entre sectores, de la confrontación entre las partes, un modo de vivir. De modo que, aspirar a la convergencia es aspirar a reparar una historia generando la posibilidad de convivencia aún allí donde reine la disidencia. Si hay un marco teórico y conceptual que pone marco a ese espíritu es la Constitución Nacional”, destacó.

El filósofo aseveró que el Foro de Convergencia Empresaria aprendió que toda vez que la economía intenta adaptarse al oportunismo político, termina fracasando en sus intenciones fundamentales. Al mismo tiempo, expresó que el Foro de Convergencia Empresaria nace de la convicción de que necesitamos una República para que la economía se transforme en una herramienta de estabilidad cívica. “Esto es un proyecto cultural. La economía en el Foro está supeditada a una convicción cultural y es que primero viene el civismo, primero viene la ley y la economía en el marco del civismo”, enumeró.

Kovadloff remarcó que la Argentina es un país que tiene problemas reiterados y señaló que la monotonía es un signo ideológico de la política nacional, la repetición, la tendencia a generar hostilidad sin integración. Por lo tanto, consideró que el drama de fondo que vivimos en este fin de ciclo es saber si quienes lo llevan a cabo aspiran a un porvenir en el cual la alternancia sea una garantía de su éxito.

“Una sociedad que se empieza a hacer oír a través de la propuesta de que la justicia se independice, de que la producción privada no esté sujeta al stalinismo del Estado, empieza a proponerle a la dirigencia política cambios que acaso tardemos en ver realizados. No esperemos todo del 2015, esperemos algo. Tengamos una tarea a largo plazo. El verdadero espíritu político consiste en trabajar para que el porvenir llegue al presente”, manifestó.

Finalmente, el filósofo dijo que nuestra cultura está “tan pervertida”, que hoy se nos invita a durar más. “Nuestra tarea primordial no es durar más, nuestra tarea primordial es infundirle significado al esfuerzo de construirnos. Qué importa si vivimos 60, 70 años si estamos embarcados en una tarea que difunde dignidad a nuestra vida. No hay que durar, eso es tarea para las piedras. La nuestra es encontrar al prójimo en el campo de un proyecto de Nación que, dándole sentido a la convivencia, nos infunda significación como personas”, concluyó Kovadloff.