AMPLIARCongoja

10/07/2014 - Mundial 2014

Brasil conmocionado, un caso de diván

La obligación por ganar para dejar atrás los fantasmas del pasado, terminó siendo determinante en la derrota histórica que abrió una nueva herida en el inconsciente colectivo del fútbol brasileño

 "Han cargado al plantel con la obligación de ganar, sin tomarse el trabajo de explicarle a los jugadores que también podían perder", explicó Katia Rubio, especialista en psicología del deporte, después  del "Mineirazo".

Rubio, docente de la Escuela de educación física de la Universidad de Sao Paulo y autora de 19 libros de psicología deportiva, apuntó sin medias tintas a la comisión técnica de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

Sus integrantes, afirmó la especialista, son los principales responsables por la histórica derrota por 7-1 que la "canarinha" de Luiz Felipe Scolari sufrió ayer en Belo Horizonte ante Alemania, primer finalista del Mundial que organiza Brasil.

Según Rubio, la consagración de Brasil en la Copa de las Confederaciones que albergó el año pasado "terminó tapando los problemas estructurales" que presentó este año la selección nacional en la Copa del Mundo.

"La verdadera vergUenza no es ser derrotados por un gran equipo, sino perder como consecuencia de la propia incompetencia", destacó la especialista en diálogo con el semanario "Veja". VergUenza es la palabra más repetida por los medios locales tras la paliza que puso fin al sueño del "hexacampeonato" mundial en suelo propio, junto con "vejación" y "humillación", términos todos que reflejan cuánto pesará esta derrota a futuro.

Las lágrimas de los aficionados retratadas por las cámaras durante el partido en el Mineirao, así como los gestos de incredulidad al cabo de los primeros 45 minutos con Alemania cinco goles arriba, son también una muestra cabal de ello.

Repetida hasta el hartazgo también, la imagen de uno de esos hinchas destrozados, un niño incapaz de contener las lágrimas ante cada estocada teutona a la ilusión de 200 millones de brasileños.

Los niños, explican hoy los expertos, son los que mayormente sufren más en estos casos porque los invade "una tremenda sensación de humillación y frustración", a la que no están por lo general acostumbrados. "Para aquellos que nacieron después de 2002 (año de la última corona lograda por Brasil en un Mundial, en Corea-Japón, Ndr), esta sensación es más fuerte aún porque nunca vieron a su selección ganar una Copa del Mundo", explicó Idaira Amoretti.

La psicoanalista infantil agrega: "Todo esto sucedió muy rápidamente y el impacto será particularmente traumático para el público más joven, o sea los niños, que no tienen modo de digerir lo que está pasando".

Claro que la derrota todavía no fue digerida tampoco por los adultos, muchos de ellos analistas deportivos que sin medias tintas reiteraron los conceptos como "la mayor vergUenza de la historia" y "humillación".

"Alemania fue el iceberg que hundió a este Titanic", fue la metáfora de Julio José de Pires Lopes, un abogado de 58 años, quien en diálogo con el sitio "G1", que realizó un sondeo entre los usuarios.

"Sólo podríamos sentirnos más amargados si ahora, encima, Argentina gana la Copa del Mundo en nuestro país", destacó Agnaldo Santos, de 23 años, confirmando el dicho popular que reza "siempre se puede estar peor".

Brasil, que había apelado a la psicóloga Maria Regina Brandao, quien colabora con Scolari desde hace dos décadas, para superar las presiones originadas en la obligación de ganar, deberá volver al diván, cuanto antes, mejor.