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AMPLIAREl presidente derrocado João Goulart

Militares deben pedir disculpas por golpe, Cardoso

El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, exiliado político durante la dictadura, declaró que las Fuerzas Armadas tienen que pedir disculpas por el golpe militar perpetrado hace 50 años contra el mandatario constitucional Joao Goulart.

En tanto la presidenta brasileña Dilma Rousseff, ex presa política, recordó ayer a los muertos y desaparecidos durante la dictadura militar, al cumplirse medio siglo del golpe.

"Las Fuerzas Armadas cambiaron, yo no entiendo por qué las Fuerzas Armadas no dicen 'nosotros hicimos algo equivocado', porque si lo dicen todo el problema acaba". declaró Cardoso, el segundo presidente electo tras el fin de la dictadura en 1985.

"Yo creo que las Fuerzas Armadas podrían ayudar a colocar una piedra final en todo esto..yo como presidente de la República pedí disculpas (a víctimas de la dictadura) en nombre del Estado brasileño", señaló Cardoso.

El 31 de marzo de 1964 se inició la insurrección militar con el desplazamiento de tropas en el estado de Minas Gerais, que horas más tarde concluiría con el derrocamiento de Goulart que dejó el país para exiliarse en Uruguay.

"No hay que olvidar lo que pasó, pero la revancha tampoco ayuda...en 1964 las Fuerzas Armadas eran políticamente muy activas, como un partido, pero ya dejaron de serlo", señaló el ex mandatario en entrevista publicada ayer en el diario Valor Económico.

Acto de Rousseff

La presidenta Dilma Rousseff recordó este lunes los 50 años del golpe militar en 1964 que dio inicio a la dictadura en Brasil, y dijo que no se puede olvidar las atrocidades cometidas en el período, en memoria de los hombres y mujeres que murieron o desaparecieron mientras luchaban por la democracia.

"El día de hoy exige que recordemos y contemos lo que pasó. Se lo debemos a los muertos y desaparecidos, a los torturados y perseguidos, bien como a sus familias. Se lo debemos a todos los brasileños", dijo la presidenta al discursar en el palacio presidencial del Planalto.

"Todo dolor humano es soportable si podemos contar una historia sobre él. Si hoy podemos soportar y superar el dolor que sufrimos, las cicatrices visibles e invisibles que quedaron tras esos años, es porque tenemos una democracia sólida y podemos contar nuestra historia", dijo la jefa de Estado, citando a la filósofa alemana Hannah Arendt.

Rousseff dijo que recordar y contar lo que ocurrió a las nuevas generaciones es parte del proceso iniciado por los brasileños que lucharon por las libertades democráticas, por la Amnistía, por la Asamblea Constituyente, por las elecciones directas y, más recientemente, por la creación de la Comisión Nacional de la Verdad.

"Hace cincuenta años, en la noche de hoy, Brasil dejó de ser un país de instituciones activas, independientes y democráticas. Durante 21 años, más de dos décadas, nuestras instituciones, nuestra libertad, nuestros sueños, estuvieron callados", recordó. "Hoy podemos mirar ese momento y aprender con él, porque lo superamos. El esfuerzo de cada uno de nosotros, de todos los líderes del pasado, de aquellos que vivieron y de aquellos que murieron, nos permitió superar esa época", añadió.

Gracias a la lucha por la democratización, cree la mandataria, los brasileños han aprendido a dar valor a la libertad de expresión, a la independencia de los poderes legislativo y judicial y al derecho al voto. "Hemos aprendido la importancia de elegir por voto directo y secreto a todos los gobernadores y alcaldes. De elegir, por ejemplo, a un exexiliado, a un líder sindical que fue arrestado varias veces y a una mujer que también fue prisionera", dijo Rousseff, refiriéndose a sí misma, detenida y torturada durante el régimen militar.

Para Rousseff, el restablecimiento de la democracia fue un proceso construido por los gobiernos elegidos después de la dictadura y es el resultado de la lucha de quienes murieron mientras enfrentaban "la truculencia ilegal" del Estado, junto a los que trabajaban por firmar pactos y acuerdos nacionales, como los que llevaron a la promulgación de la Constitución de 1988.