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AMPLIARManifestantes reclaman la libertad de Lula frente al Cristo Redentor, imagen emblema de Río de Janeiro. (foto: ANSA)

La polarización política alarma a la Iglesia brasileña

La Iglesia de Brasil, el país con mayor población católica del mundo, expresó su preocupación ante el clima de "polarización política", mientras surgen divergencias sobre la prisión del expresidente Lula da Silva.

Detalles.

Brasil enfrenta un año marcado por la "politización y la polarización" señaló el documento confeccionado durante la 56a.

Asamblea Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), finalizada ayer en Aparecida, ciudad del interior de San Pablo, donde se encuentra la Basílica Nacional.

"En las elecciones no se debe abrir mano de los principios éticos" y se tiene que dar "Importancia al voto aunque en éste no se agote el ejercicio de la ciudadanía", señala la CNBB en su documento "Elecciones 2018, compromiso y esperanza", El "escenario difícil" que vive el país fue uno de los temas tratados durante los nueve días de la Asamblea realizada a seis meses de las elecciones presidenciales.

Existe un clima de "polarización que nos causa una preocupación muy grande a nosotros como Iglesia y a todas las entidades con responsabilidad en el escenario nacional, porque causa una división" en la población, dijo el arzobispo Geraldo Lyrio.

"El país está radicalizándose lo que lleva a expresiones de intolerancia muy fuertes en la política, en el deporte, en la religión, esto no es normal", precisó Lyrio que fue presidente de la CNBB.

La coyuntura brasileña es observada por el papa Francisco que el año pasado suspendió una visita a San Pablo, en un gesto que fue interpretado como una forma de reprobación al gobierno del presidente Michel Temer.

Jorge Mario Bergoglio visitó Brasil en 2013 durante su primera gira internacional tras ser electo como jefe de la Iglesia.

Francisco tiene buenas relaciones con el cardenal Claudio Hummes y ha sido visitado por el teólogo Leonardo Boff, que esta semana viajó hasta Curitiba para expresar su apoyo al expresidente Lula da Silva, que cumple una condena por corrupción.

Boff viajó a Curitiba junto al premio Nobel de la Paz argentino, Adolofo Pérez Esquivel, un viejo militante católico que suele conversar con el Papa.

En el documento de la 56 a. Asamblea se menciona el fenómeno de las "fake news" que recientemente tuvieron como blanco al titular de la CNBB, cardenal Sergio da Rocha.

Los adversarios de Rocha en las redes sociales lo acusaron de ser "comunista" por haber lanzado una campaña contra la violencia y en defensa de los derechos humanos.

Por otra parte el arresto del expresidente Lula ocurrido hace dos semanas luego de una ceremonia religiosa motivó cuestionamientos.

El sábado 7 de abril Lula anunció su presentación ante la Justicia después de un evento religioso en el Sindicato de Metalúrgicos en San Bernardo do campo, presidido por Angélico Sándalo Bernardino, obispo emérito de la ciudad de Blumenau.

El cardenal Odilio Scherer, arzobispo de San Pablo, criticó la "instrumentalización política" de esa ceremonia que se realizó "sin autorización" de la CNBB.

Odilio Scherer, responsable de la más importante arquidiócesis brasileña, fue considerado un de los "papables" en el cónclave que eligió al argentino Bergoglio en 2013.

La posición del arzobispo paulista , perteneciente a un ala más conservadora, respecto de Lula no es respaldada por grupos de la "Teología de la Liberación", como Leonardo Boff y Frei Betto, que estuvo en el sindicato el 7 de abril.

Con peso en los años 70 de siglo pasado, la Teología de la Liberación perdió espacio en la Iglesia brasileña durante los papados de Juan Pablo II, entre 1978-2005, y de Benedicto XVI, de 2005 a 2013.