AMPLIARSe reitera el fenómeno

08/02/2018 - Peligros

Fenómeno marea roja en aumento en la zona austral chilena

Las autoridades sanitarias confirmaron que el fenómeno de la marea roja presente en la costa de la zona austral de Chile es "un evento muy dinámico que va en ascenso".

Detalles.

Eugenia Schnake, secretaria regional ministerial de Salud de Los Lagos, explicó que la situación es producto "del gran florecimiento de algas que existe en la región de Aysén (más al sur), que partió a mediados de diciembre con cierre de zonas desde el 5 de enero".

La funcionaria precisó a radio Cooperativa que "las proyecciones que nos ha dado el Instituto de Fomento Pesquero es que esto habría sido trasladado por las corrientes marinas y por vientos predominantes hacia el extremo sur de Chiloé".

Esta semana, en Cucao, Quellón y parte de Queilen se cerraron zonas de extracción de mariscos, ante lo cual Schnake señaló que "la opinión de los expertos y la nuestra es que estamos en un evento muy dinámico y que va en ascenso".

"Primero llega la microalga en gran cantidad y al par de días ya se produce intoxicación por veneno paralizante en el marisco, en los productos del mar", detalló.

Reconoció que el fenómeno "ha avanzado bastante rápido" y que la presencia de la microalga se mide en abundancia relativa que va en una escala de 0 a 9. Ya en la zona de Asasao, que es cercano a Inío, rompió la escala, está en 9 y más".

En el sector turístico de Cucao "los valores son extremadamente altos y eso ya nos ha significado que las machas están con niveles de toxina de sobre 300. El valor de la norma es 80, sobre 80 nosotros cerramos las áreas". Los alcaldes de las distintas comunas que conforman en archipiélago de Chiloé temen una nueva crisis, similar a la vivida en abril de 2016 cuando las autoridades centrales debieron decretar estado de Catástrofe. El 40 por ciento de la población se quedó sin su fuente laboral: la pesca.

El alcalde de Queilen, Marcos Vargas, advirtió que este fenómeno "seguramente vino a quedarse por un tiempo que, ojalá, sea el más breve posible".

La Mesa de Marea Roja en Ancud, que agrupa a los trabajadores del mar del norte de la Isla Grande de Chiloé, anunció que mañana se reunirán con las autoridades de Salud.

Dijeron que la situación es "súper preocupante. La población flotante que anda trabajando está complicada, son muchos. De aquí, de Ancud, emigraron un 80 por ciento por el tema que pasó la vez pasada", hace dos años. También hay inquietud entre los mitilicultores porque ya han detectado la afloración y esperan, de un momento a otro, el cierre de las concesiones de choritos.

Las microalgas, que constituyen la base de la cadena alimentaria y son el principal alimento de especies como los moluscos, proliferan de manera explosiva bajo ciertas condiciones ambientales, temperatura del agua, salinidad, luminosidad y disponibilidad de nutrientes.

En algunos casos, estos "Bloom" son provocados por microalgas consideradas dañinas, y que en su metabolismo generan sustancias altamente tóxicas, conocidas con el nombre de toxinas marinas.

Los moluscos filtradores, que se alimentan de microalgas concentran estas toxinas en sus tejidos, convirtiéndolos en alimentos altamente tóxicos, que pueden provocar enfermedades severas e incluso la muerte de quienes los consuman.

Todos los mariscos, como moluscos bivalvos (choritos, cholgas, almejas, machas, navajas, navajuelas, ostiones), gastrópodos (locos, abalones, caracoles), crustáceos, equinodermos y tunicados como el piure, son susceptibles a concentrar toxinas marinas. Los mariscos contaminados con toxinas marinas no presentan alteración alguna en su color, olor o textura, por lo que sólo mediante análisis en laboratorios especializados y autorizados por las autoridades competentes, se puede certificar la presencia o ausencia de toxinas en los mariscos.

Estas toxinas son muy resistentes a altas temperaturas, por lo que la cocción de los mariscos contaminados no es capaz de eliminarlas. Por esta razón, los mariscos contaminados no deben ser consumidos por seres humanos. Su ingesta produce parálisis en la musculatura y la persona infectada siente hormigueo en la boca, en la lengua, después debilidad muscular en los brazos y en las piernas. Finalmente, dificultad respiratoria y puede llegar a un paro cardiorespiratorio derivando en la muerte.