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AMPLIARMiembros de una tribu indígena del Amazonas brasileño

Milicias indígenas en Amazonas contra los narcos

Indígenas del Amazones crearon "milicias" para actuar contra el narcotráfico que se mueve en la frontera con Colombia y Perú, una zona donde se realizaron ejercicios militares conjuntos de Brasil y Estados Unidos.

Detalles.

Con uniformes negros y armados un grupo de "milicianos" de la etnia Ticuna patrullan los barrios de la periferia de Tabatinga, la ciudad brasileña separada por una avenida de la colombiana localidad Leticia.

A pocos kilómetros de allí, está la frontera con Perú, que completa una suerte de "triángulo de las Bermudas" en el corazón de la Amazonia por donde se trafican cocaína y armas.

Como forma de contener la penetración del narcotráfico y la delincuencia las "milicias" de ticunas patrullan recorren cada noche las barriadas Umariacu, próximo al caudaloso Río Solimoes, tributario del Amazonas.

Otro grupo similar al Umariacu se formó en Sao Paulo de Olivenca,a unos 100 kilómetros de Tabatinga, siempre en el estado de Amazonas.

Los alijos cocaína que llegan fundamentalmente desde Colombia luego serán embarcados hacia Europa, por el Río Amazonas o a los mercados consumidores de San Pablo y Rio de Janeiro, que sumados son los mayores de América detrás de Estados Unidos.

De este lado de la frontera, en Tababinta, gran parte de la mercancía es recibida por la Familia del Norte, un poderoso cártel brasileño que actúa en varios estados de la región amazónica, donde también controlan varios presidios a fuerza de sobornar a las autoridades penitenciarias.

Los caciques de la etnia Tucuna aprobaron la formación de las "milicias" para contener la penetración de la Familia del Norte en sus comunidades donde cometen delitos y captan a sus "soldados" para traficar.

Los adolescentes están desocupados una vez que "terminaron la enseñanza media y no tienen más perspectivas" explicó José Méndes un indígena Tucuna que vive en la barriada Umaniacu.

Un chico de 14 o 15 años que se incorpora a la Familia del Norte recibe mucho más dinero que si trabaja junto a su familia en las plantaciones de banana, piña y mandioca.

La actuación de las "milicias" en las reservas indígenas son "consentidas" por la Policía y por el Ejército, y tienen la aprobación de la mayoría de los vecinos. Esos grupos son la forma que la "comunidad" encontró para bajar los índices de violencia y contener el narcotráfico, explica José Méndes que es miembro de la iglesia evangélica Asamblea de Dios, con gran penetración en la región amazónica. Luego de que surgieron los grupos de autodefensa pudo limitarse "la influencia que viene de afuera que sólo sirve para empeorar nuestra situación dentro de la comunidad", apuntó Méndes.

La "milicia" también juzga y condena a los sospechosos que detiene en sus rondas nocturnas.

El "comisario" de Umariacu es Carlo Pinto a cargo de quien están los dos calabozos construidos con madera y junto a los cuales hay un par de custodios.

Pinto contó que recientemente fue apresada una joven de la comunidad por consumir drogas, detención que tuvo el apoyo del padre de la joven.

El accionar de las "milicias" ocurre prácticamente a los ojos del Ejército que suele realizar visitas al lugar.

El mes pasado militares de Brasil, Estados Unidos, Colombia, Perú y otros países participaron del operativo AmazonLog 17, que realizó misiones de asistencia social y apoyo médico a las comunidades indígenas.

AmazonLog 17 tuvo su teatro de operaciones en el extremo oeste de la Amazonia, en la Triple Frontera , pero uno de los objetivos del mismo fue actuar en misiones humanitarias en la frontera este.

La Triple Frontera Brasil-Venezuela-Guyana es otra zona geopolíticamente "caliente", y en especial la ciudad brasileña de Pacaraima, donde también hay una numerosa población indígena.

Pacaraima está ubicada al lado de la venezolana Santa Elena de Uairén y desde hace meses es un punto que está en la mira del Ejército brasileño debido al ingreso de miles de ciudadanos venezolanos que dejaron su país debido a la crisis.