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AMPLIARMuñoz en la apertura de la 39 Reunión Tratado Antártico

Chile reivindica el aprovechamiento científico de la Antártida

"Para Chile, la Antártica es futuro, cambio climático, protección de los océanos y parte integral de nuestro territorio", expresó el canciller Heraldo Muñoz al inaugurar hoy en Santiago la 39na Reunión Consultiva del Tratado Antártico.

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La cita multilateral va a estar marcada por la dimensión medioambiental y el creciente desafío del cambio climático, pero también por la investigación científica y cómo se aúnan voluntades de cooperación internacional, adelantó el ministro.

Añadió que para Chile es importante la conservación del patrimonio histórico y alertó que el turismo en el continente helado se ha duplicado en el último año y va en contra de la aspiración de reducir al mínimo el impacto de la huella humana. Muñoz recordó que la última vez que se realizó esta reunión en este país fue en 1966 y la próxima vez que tenga la posibilidad de hacerlo será en el año 2048, por la rotación que hay en las partes consultivas (29) y los países observadores (24) que en total suman 53.

Llamó la atención de la presencia en las delegaciones de los encargados científicos de las cancillerías. El director del Instituto Antártico Chileno (Inach), José Retamales, confirmó la alta presencia científica y sostuvo en diálogo con ANSA que "la ciencia y la política se cruzan en la Antártica, porque lo que allí ocurre tiene impacto planetario". Como ejemplo, mencionó que "un grado de diferencia en la temperatura en la Antártica cambia el flujo de las corrientes marinas y aéreas".

"Hace 20 años nadie imaginaba que el hombre podría dañar el Planeta. Hace 26 años en la Antártica se descubrió el agujero de la capa ozono que tenía la potencialidad de producir cáncer a la piel, de afectar a las personas. Por lo tanto, hoy sabemos que si hay un cambio en el clima antártico eso puede afectar muchísimo al Planeta porque tiene un impacto global", argumentó.

La comunidad tiene que ser capaz de prever lo que ocurre en el mundo, "y la Antártica es como un faro que tiene una lucecita que nos puede decir lo que puede pasar en 30, 50, 200 años", afirmó.

Coincidió en que hoy existe mayor preocupación y conciencia sobre los temas ambientales, pero, "la ciencia no se mueve por emociones ni percepciones, sino por datos". "Lo que tenemos que hacer es apoyar que esos datos se sigan tomando, sean consistentes. Y para ello se requiere la cooperación internacional.

La Antártica es un continente, no un lugar pequeño, por lo que los esfuerzos de investigación tienen que ser grandes, y esa es ya una decisión política de los gobiernos", completó. La reunión, donde se intercambia información, formulan medidas, toman decisiones y crean resoluciones, se prolongará hasta el 1 de junio. Los acuerdos deben ser adoptados por consenso.

Simultáneamente a la reunión se celebrarán los 25 años del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección al Medioambiente suscrito en Madrid en 1991 y que entró en vigor en 1998, tras ser ratificado por todas las Partes Consultivas del Tratado Antártico.

El protocolo consagró a la región del polo sur como "una reserva natural dedicada a la paz y la ciencia", proveyendo un marco para la protección global del medio ambiente antártico.