AMPLIARAulas vacías

07/08/2015 - Por Daniel Yepez

El paro de Adiunt socava las bases universitarias y perjudica a los alumnos

El doctor en Ciencias Sociales, Daniel Yepez asegura que el paro promueve el desgranamiento, la repitencia, el abandono y la ruptura del proceso de aprendizaje de los más vulnerables. También contradice lo que acordaron las paritarias nacionales del sector.

Por Daniel Yepez

La nota publicada sobre las becas estudiantiles en la UNT, deja clara constancia  de cómo la medida tomada por el gremio socava las bases de nuestra universidad y perjudica a sus alumnos. Sobre todo aquellos que necesitan de ellas, pues provienen de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. El paro docente que fogonea el partido político que conduce ADIUNT, no sólo tiene un efecto devastador en la masa estudiantil universitaria y de los colegios medios experimentales, promoviendo el desgranamiento, la repitencia, el abandono y la ruptura del proceso de aprendizaje de los más vulnerables, sino que contradice lo que acordaron las paritarias nacionales del sector y lo que firmaron las asociaciones gremiales de todas las universidades nacionales.

En el caso concreto de Tucumán, además, violaron expresamente el acuerdo que suscribieron de puño y letra hace un año, el cual establecía que cuando se convocaran a las paritarias 2015, automáticamente finalizaba el pago del adicional de $1000. Ocultando y manipulando esta información a sus afiliados y a la opinión pública, queda claro que con esta gente no se puede acordar nada, porque borran con el codo lo que escriben con la mano, fiel a su estilo oportunista y sectario. Y es la sinrazón por la cual, la única asociación gremial que está de paro en todo el país es ADIUNT.

Esta actitud, aparte de expresar una lógica elitista, supuestamente “vanguardista”, pero perversa en su esencia, muestra el sostenido desprecio que sienten por la educación pública, que el pueblo argentino sostiene con sus impuestos. También deja en claro que esta huelga -lejos de expresar una genuina reivindicación gremial- es parte de la campaña electoral de dicho grupo, porque la universidad es el único espacio donde pueden rebuscar los escasos votos que sacan, ya que cuentan con el apoyo del arco más gorila de la clase media "ilustrada". El tema es que su aventurerismo político tiene un costo altísimo en los recursos presupuestarios de la UNT, contribuyendo aún más a la devaluación del grado y a la pérdida del ciclo lectivo. A esto se suman los perjuicios sociales, académicos y económicos que padecen miles de familias que esforzadamente mandan sus hijos a la universidad.

Pero también es obvio que no se puede esperar nada de aquellos que son incapaces de generar una sola idea que favorezca a su masa de afiliados. Al igual que la oposición, no acercan una sola propuesta que signifique la posibilidad de superar esta situación, de tal suerte de promover una mejora real para aquellos colegas que perciben los salarios más bajos del escalafón. Bueno, eso sería pedirles peras al olmo, a un grupo históricamente reaccionario, no sólo porque son gorilas en política, sino también porque son mitristas en historia, sarmientinos en educación, liberales en economía y dignos enterradores de materialismo histórico en el mundo periférico. Es el grupo que en el Parlamento Nacional votó contra de la re-nacionalización de los ferrocarriles, de YPF y de Aerolíneas, juntos con el macrismo, el massismo, los radicales (que se olvidaron de Yrigoyen) y toda la rosca conservadora y neo-liberal que quiere re-privatizar este país. Entonces ¿que se puede esperar de ellos?

La respuesta es obvia: nada. Y es, entonces, nuestro deber luchar para que en el segundo cuatrimestre retomemos el ciclo lectivo con las aulas llenas, a pesar de ellos y del asambleísmo irrepresentativo, con el que pretenden manejar los destinos de nuestra universidad pública. El interés del pueblo y de la nación, como así también sus leyes no son opinables, ni están en discusión, sobre todo si expresan la defensa de la mayorías populares. Como eso no se negocia, todos los que adscribimos a la causa nacional y popular debemos emprender una sostenida lucha para que la defensa de la universidad pública no sea una expresión de anhelos, sino parte activa y constante de nuestra actividad personal, profesional y docente. Objetivamente, esta “izquierda” gorila y liberal, junto a los minúsculos grupos que la apoya, milita para el golpismo, para el macrismo y para la privatización concreta de la educación universitaria estatal.

Por supuesto que el privatismo finisecular y el integrismo confesional que manejan las dos universidades privadas de la provincia -ufanos-, se frotan las manos al constatar como estos clasistas abstractos se transformaron en sus aliados objetivos. Por lo tanto, no sería nada raro que a esta altura de los hechos estén gestionando una medalla de honor para los dirigentes de ADIUNT, promotores de la multiplicación exponencial de sus matrículas. Claro, no es poco, ni desdeñable, transformar el gremio en un instrumento para usufructo particular de este partido y para la consecución de los oscuros intereses de sus aliados mayores.

Daniel Yepez es profesor Adjunto a cargo de la Cátedra Historia de la educación y de la pedagogía. Licenciado en Pedagogía. Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Magíster en Ciencias Sociales.  Doctor en Ciencias Sociales, Orientación Historia, ambos títulos académicos obtenidos en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Docente-Investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy. Docente-Investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. Docente de Postgrado en la Maestría en Docencia Superior, de la Universidad Tecnológica Nacional, Sede Regional Tucumán. Docente de Grado y Postgrado en Facultad de Arquitectura y Urbanismo, de la UNT en el Área de Formación Docente. Docente de Nivel Medio y Terciario en la Escuela Normal Juan B. Alberdi. Actualmente es consejero docente.