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AMPLIAREl shopping en la antigua galería

La Galería Vittorio Emanuele en Expo Milán

La Galería Vittorio Emmanuele II de Milán, que cumple 150 años desde la colocación de su primera piedra el 7 de marzo de 1865, se presentará puntual a la cita con la Expo 2015 que se realizará en la ciudad entre mayo y octubre, totalmente restaurada en su interior.

La construcción de la galería empleó a mil personas diarias y terminó en sólo dos años. En el centro del Octógono -como se llama al cruce central de cuatro brazos- quedó sepultada una cajita de plomo con monedas de la época, el acta firmada por el rey y diseños del proyecto.

Pasaron 150 años desde aquella inauguración y el aniversario coincide con la conclusión de la radical restauración interna, que duró 13 meses gracias una obra abierta las 24 horas.

La operación, que devuelve a su esplendor originario 14.000 metros cuadrados de superficies de variada decoración, fue realizada por la empresa de restauraciones edilicias Gasparoli, que también tiene 150 años de experiencia transmitida de generación en generación.

El objetivo es presentar al mundo el "salón" de los milaneses. Toda la restauración, con colaboración del municipio, fue organizada y pagada (tres millones de euros)por Versace y Prada, con contribución de Feltrinelli, es decir las grandes marcas italianas que tienen una importante presencia comercial en la galería y sintieron el deber de homenajear a la ciudad, inaugurando también una interesante colaboración entre lo público y lo privado.

También se dedicó mucho empeño al proyecto "In Galleria", que pretende dar voz de modo nuevo a la recuperación y la historia de un bien artístico: desde el 21 de enero, son posibles las reservas de visitas guiadas a la obra, ya realizadas por varias escuelas.

"Nuestro trabajo -dijo el arquitecto Marco Sobrero, responsable de la restauración- involucró a dos equipos que trabajan día y noche sobre un carro-puente móvil, que es trasladado por la noche y permite operar sin interferir con las actividades comerciales".

Un trabajo realizado "en vuelo", sin perturbar a ciudadanos ni turistas, y sin dañar nunca el bello pavimento de mosaico restaurado también años atrás.

Sobrero explicó que se hizo un análisis profundo de los ingresos, de las superficies internas y de las complejas decoraciones de una arquitectura artística neomanierista, reconociendo las partes originales, distinguiendo la piedra del cemento decorativo y estudiando revoques y obras de arte.

La primera parte del trabajo consistió en quitar delicadamente las capas de polvo, y luego hubo obras de estucado, de restablecimiento de las pinturas (como los 100 escudos de los municipios capital de provincia en la época de la Unidad de Italia) y, cuando era necesario, reconstrucción de partes dañadas.

En cuanto a la cúpula y los vidrios antiguos, ya opacados por el tiempo, serán objeto de una intervención aparte.