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AMPLIAREl arte callejero como atractivo turistico

Roma suma el museo urbano al aire libre con street art

La capital italiana apunta a multiplicar sus polos de atracción turística, más allá de la plaza del Coliseo o la Avenida de los Foros Imperiales, incluyendo lugares como San Basilio, Tor Pignattara, Ostiense y Rebibbia, llevando el "street art" a la periferia.

En sólo dos meses nacieron unas 40 nuevas obras artísticas en las calles sobre las paredes de la capital, gracias al llamado "Roma creativa".

 "Con la financiación de estos proyectos Roma se está transformando cada vez más en un museo a cielo abierto -explicó la asesora de cultura Giovanna Marinelli-, estamos mapeando toda la ciudad para dar vida a un nuevo recorrido turístico que revalorice el 'street art' y el nuevo lenguaje de la cultura en la capital".

"Roma debe tener un mapa turístico como Londres, Nueva York o Berlín, y estamos trabajando en esto", anunció Marinelli: "Será un nuevo modo de conocer nuestras periferias, hacerlas más bellas y valorizarlas". La primera etapa es una instalación a la sombra del gasómetro de Ostiense, la última es un parque en San Basilio rodeado por cinco coloridas fachadas de edificios, ilustradas con temas naturales por el artista Hitnes, sobre una sugerencia de niños de la primaria. En este caso, el proyecto de arte público se llama "Samba".

La etapa central del "viaje" es el multiénico barrio de Tor Pignattara, donde entre las calles, edificios y negocios aparecen inesperadamente fantasiosos graffiti.

Aquí David Vecchiato ("Diavu"), ilustra la obra realizada sobre un muro junto con otros dos artistas: "Es una suerte de relato de inmigración: de personas que desde Palestina, Bangladesh o China vivieron a vivir a Tor Pignattara. Conviven muy bien en este muro y por lo tanto lo pueden hacer también, tranquilamente, en la vida real".

Entrando en la estación de metro Rebibbia, además de la obra de Zerocalcare, "Welcome to Rebibbia" -que sin embargo no es parte de los 40 nuevos murales- hay otra, de Daniele Tozzi, inspirada en un gran cantautor italiano.

Rocco Schiavone, responsable del proyecto Urban Breath Project, cuenta: "Es un homenaje a Fabrizio De Andre. Dentro hay una inscripción que reproduce una frase de una canción suya: 'Por un día, por un momento, corrí a ver el color del viento'".

Hay otras intervenciones dentro del metro y luego en las estaciones de Ponte Mammolo, Monti Tiburtini y Santa Maria del Soccorso, todo como parte de una obra "de recalificación de las periferias".