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AMPLIARUna joven atiende uno de los tantos negocios en La Habana

Gradual pase a gestión privada de la gastronomía de Cuba

El Estado cubano traspasará "gradualmente" a manos privadas los negocios relacionados con la gastronomía que aún administra, aunque no abandonará su participación, de una forma u otra, en ese sector.

Proponen gestión cooperativa, similar a las agrarias.

Durante la semana pasada, una autoridad cubana reiteró que esos negocios serán traspasados a privados hasta que llegue a "primar" en el país la propiedad no estatal en ese sector, hoy administrado principalmente por el Estado. "La modificación gradual y ordenada de los servicios gastronómicos en Cuba, que serán gestionados a través de formas no estatales de la economía, constituye hoy una prioridad para el país", expuso Ada Chávez Oviedo, viceministra de Comercio Interior, durante un congreso internacional sobre alimentos que terminó el viernes en La Habana. 

 Según Chávez Oviedo uno de los "principios fundamentales" de tal política es "mantener la propiedad estatal sobre los medios de producción, rescatar los servicios que representan tradiciones culturales y diversificar las ofertas de la cocina cubana y de platos típicos territoriales en defensa de la identidad nacional".

Divulgó además que los programas "priorizados para la sociedad" en la rama "se mantienen por el Estado, como norma", aunque "podrán gestionarse en forma de cooperativas no agropecuarias" Actualmente son 57.000 los dueños de negocios y trabajadores en el sector privado gastronómico cubano.

El 68% de los establecimientos de la rama, no obstante, aún son del Estado. Del resto, alrededor de 1.261 fueron arrendados por el Estado a cuentapropistas y operan además 215 cooperativas no estatales gastronómicas.

Antes del proceso de cambios en Cuba iniciado en 2008 que llevó la cifra de privados a mas de 470.000 en 201 oficios de servicios, el sector gastronómico, mayoritariamente estatal, adolecía de problemas, como la mala atención al cliente, poca diversidad de productos y mala gestión económica en general.

Un concepto extendido que quizá indujo al cambio en el sector fue que el Estado no podía ocuparse en administrar negocios pequeños y medianos de ese perfil.

No obstante, las transformaciones en torno al sector privado, prácticamente inexistente en Cuba tras medidas del gobierno en 1968, no excluyen, de una forma u otra, la participación estatal.

El Estado, por ejemplo, arrienda y no vende sus locales a los privados, sean estos individuales o accionistas en cooperativas. Los dueños o accionistas, según el caso, atienden prioritariamente las necesidades contractuales estatales, cumplen una serie de normas de funcionamiento preestablecidas y son, lógicamente, contribuyentes fiscales.

Hasta hoy operan en el país, y especialmente en La Habana, restaurantes privados pequeños, medianos y grandes con una visible prosperidad. Aumenta además el número de servicios de comidas a domicilio.

"Transportamos todo a su casa, pizzas, canelones, pescado, pollo, cerdo, postres a buen precio", dice un anuncio transmitido por celular.

El propietario de una próspera cafetería a medio camino entre las playas del este de La Habana y el centro de la ciudad dijo a ANSA que sus ingresos le han permitido "mantener muchas opciones y mantener satisfecho al cliente con precios moderados".

"Trataré de hacer crecer el negocio tanto como me permitan las leyes", explicó.